Cultura

“Estamos en una espiral creciente de violencia física y emocional”

ENTREVISTA. El escultor Rivelino explora el tema en Víctimas y victimarios, exposición que inaugura el Museo Carolino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla

“Estamos en una espiral creciente de violencia física y emocional”

“Estamos en una espiral creciente de violencia física y emocional”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El escultor mexicano Rivelino (Jalisco, 1973) sometió a 60 de sus esculturas a impactos y golpes de diferentes armas. El resultado: obras con cicatrices que demuestran los efectos físicos y emocionales que la violencia deja en los cuerpos. Ése es uno de los argumentos de Víctimas y victimarios, exposición que inaugura la apertura del Museo Carolino de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

“Estamos en una espiral creciente de violencia, no solamente física, sino también emocional. Somos una de las primeras generaciones que consume miles de imágenes violentas al día y mi preocupación era saber cómo afecta emocionalmente a la sociedad estar sometidos a ese influjo”, expresa en entrevista Rivelino.

“Tenía la oportunidad para materializar la violencia, trasladar esa cicatriz, esa presión física de los cuerpos violentados” 

El artista jalisciense considera que el arte tiene que cumplir la tarea de acercar a las personas a discutir y a dialogar sobre temas contemporáneos. Víctimas y victimarios reúne más de 100 piezas que se dividen en tres ejes: la violencia de la humanidad hacia la naturaleza, la violencia de seres humanos a cuerpos ajenos y por qué mantener la esperanza.

“Las dos primeras salas del museo están intervenidas con 25 piezas dedicadas a cómo los seres humanos hemos acortado el espacio de la naturaleza. Son relieves construidos con madera, restos de árboles incinerados envueltos con concreto de última generación, una especie de metáfora de cómo le hemos quitado espacio a la naturaleza, de por qué nos sentimos fuera de ella y por qué creemos que estamos a salvo si el ambiente se daña”, indica.

Las siguientes salas del Museo Carolino exhiben Lamentos, 60 esculturas hechas a partir de vasijas de mediano formato elaboradas en un torno artesanal a manera clásica, en barro de media temperatura, piezas que fueron lastimadas.

“Pasé las esculturas a un pequeño foro que construimos para grabar una acción muy particular: íbamos a agredirlas con distintas armas, estando frescas utilizamos varias armas para hacerles daños y el grupo de vasijas fue registrando marcas, cicatrices, aberturas, roturas, presión. Fueron lastimadas con cuchillos, machetes, cuerdas, picahielos, a golpes, y el resultado de estas reacciones permaneció en las piezas”, explica Rivelino.

Esa instalación fue colocada por el artista una sala de más de 25 metros con una iluminación en penumbra y cada escultura se montó sobre un pedestal.

La exposición de Rivelino, Víctimas y victimarios, reúne más de 100 piezas que se dividen en tres ejes.

“Las personas tendrán acceso a un video de 60 cuadros por segundo donde mirarán cómo las vasijas de barro fueron lastimadas. Lamentos invita a la reflexión de las marcas que quedan en el cuerpo por violencia y qué pasa con la mente humana después de vivir eso, como víctimas o como acompañantes de víctimas”, señala.

En palabras de Rivelino esa instalación es su manera de levantar la voz y protestar de manera silenciosa sobre las “muchas insensibilidades que hay en el país”.

“Hay gente que está sufriendo todo el tiempo por causa de la enorme violencia que existe no nada más en México, sino en el mundo. Esta pieza es una protesta silenciosa que invita a la reflexión sobre qué postura vamos a tomar frente a toda esta lluvia violenta que padecemos a diario”, comenta.

“¿Cuándo fue la última exposición con 100 esculturas sobre un solo tema? Es difícil que la escultura aborde temas tan específicos”

Rivelino opina que no es lo mismo que te cuenten cómo murió alguien o cómo alguien se hace daño así mismo, que ver de manera individual las marcas que dejan unas tijeras sobre una vasija de barro, los golpes de un machete sobre una vasija de barro o ver qué sucede con una piedra que golpeó muchas veces un cuerpo.

La exposición también dedica una parte a la luz. “Si reflexionamos sobre el aspecto simbólico que tiene la luz en la vida humana, y si lo hacemos en conjunto, pasaremos de las agresiones hacia la naturaleza. Es una especie de abrazo en donde invito a los espectadores a reflexionar de que puede haber una nueva oportunidad, un camino luminoso cuando tomamos decisiones”, indica.

Sensibilidad en vez de intolerancia

Víctimas y victimarios fue construida por Rivelino en año y medio; el 85 por ciento de las piezas son inéditas. El artista jalisciense con más de 60 muestras colectivas y 35 individuales en México y el extranjero, comenta que la desigualdad y la intolerancia son crisis que le preocupan.

“Vivimos en un mundo cada vez más desigual y estamos enfrentando un momento en que el ser humano tiene que volver a lo que lo caracteriza: una enorme sensibilidad por el otro y tratar de tender la mano para acortar esas distancias”, expresa.