Las profundas diferencias que mantienen Estados Unidos y Rusia sobre Venezuela volvieron a quedar evidenciadas en la reunión que celebró ayer el Consejo de Seguridad de la ONU. Ambos países trataron de sacar adelante sus propias resoluciones sobre el conflicto que vive el país caribeño, pero ambos las vetaron mutuamente.

La propuesta de resolución de EU proponía la celebración de elecciones libres en Venezuela, y logró los apoyos de nueve de los 15 países, pero chocó con el veto de Rusia y China, que respaldan al dictador Nicolás Maduro. Moscú y Pekín consideran, además, las presiones estadunidenses y de la Unión Europea hacia Maduro como una injerencia en los asuntos internos del país.

Por su parte, el plan de Rusia abogaba por la no intromisión en los asuntos internos de Venezuela, y solo contó con el respaldo de China, Sudáfrica y Guinea Ecuatorial, muy lejos de los nueve votos necesarios para ser aprobado, y de todos modos también lo vetó EU.

El embajador ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, aseguró que “muchas delegaciones han dicho que es necesario que haya elecciones lo más pronto posible en Venezuela: elecciones o no, eso es algo que debe decidir el pueblo venezolano; no decidan por ellos”.

A su vez, el enviado especial de EU para Venezuela, Elliott Abrams, aseguró tras las votaciones, que “lamentablemente al votar en contra de esta resolución (la estadunidense), algunos miembros de este Consejo continúan protegiendo a Maduro y a sus amigos, y prolongando el sufrimiento del pueblo venezolano”.

“Los Estados Unidos se mantendrán firmes en el apoyo al gobierno legítimo de (Juan) Guaidó y la Asamblea Nacional”, expresó Abrams, quien agregó que EU “buscará todos los medios para aumentar la asistencia humanitaria a los venezolanos tanto dentro como fuera de su país”.