Cinco días después de las elecciones presidenciales del domingo, el Tribunal Supremo Electoral de Bolivia ofreció ayer los resultados definitivos, confirmando la victoria de Evo Morales sin necesidad de acudir a una segunda vuelta con el líder opositor, Carlos Mesa.

Sin embargo, tras las graves tensiones generadas, puesto que la oposición acusa al gobernante de cometer fraude, la presidenta del órgano electoral, María Eugenia Choque, aseguró que están abiertos a la auditoría que reclaman organismos como la ONU, la OEA y la Unión Europea.

Morales convirtió esta apertura en reto, asegurando que “aquí hay un ganador en la primera vuelta” e invitando a la comunidad internacional a que demuestre el fraude en conteo “voto por voto”.

Entre tanto, el país vivió ayer una jornada de huelgas para denunciar este supuesto fraude, con incidentes en La Paz, Sucre y Santa Cruz, principales ciudades del país.

Mesa, a quien Morales llegó ayer a acusar de “delincuente”, aseguró que van a “ir a la segunda vuelta electoral”, y arengó a los suyos para que mantengan las movilizaciones, que insiste en que deben ser pacíficas. “Vamos a trabajar lado a lado en estas manifestaciones, en estos bloqueos y en estos paros”, aseveró Mesa.