Metrópoli

Extorsiones y amenazas, la nueva normalidad para volanteros del Centro Histórico

"No hay garantías para realizar nuestro trabajo, hay un grupo de personas cobrando el derecho de piso, si nos negamos o no cooperamos nos amenazan diciendo que ya tienen ubicados a nuestros familiares”, acusan

Extorsiones y amenazas, la nueva normalidad para volanteros del Centro Histórico

Extorsiones y amenazas, la nueva normalidad para volanteros del Centro Histórico

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Debido a la pandemia de coronavirus, comercios establecidos y ambulantes se han visto mayormente afectados ante estas circunstancias; otro de los sectores que se ha visto afectado es el del volanteo, pues lo promotores de establecimientos o como popularmente se les conoce: volanteros, han denunciado a este diario la falta de apoyo por parte de las autoridades.

“Aparte de cuidarnos del virus tenemos que estar pendientes de la policía, no nos quieren dejar son varios los policías que nos piden una cantidad de entre 600 a 800 pesos o nos amenazan con llevarnos al Torito”, señaló Erick, volantero en la calle de Madero, quien comenta además que, desde que se hizo el cierre de dicha calle, cientos de ambulantes fueron desplegados a la plancha del Zócalo en donde sufrían de extorción por parte de grupos delictivos.

“No hay garantías para realizar nuestro trabajo, hay un grupo de personas cobrando el derecho de piso, si nos negamos o no cooperamos nos amenazan diciendo que ya tienen ubicados a nuestros familiares”.

Ante la poca falta de apoyo y el temor de sufrir alguna represalia por este grupo de criminales, los inconformes se manifestaron en días pasados para exigir mayores garantías y protección, a casi cinco días de la manifestación, los volanteros señalan que no han visto cambio alguno.

“Gracias a la apertura del Metro Allende el flujo de personas incrementó, aunque son pocas las que vienen a comprar, la reactivación es lenta pero no podemos librarnos de las mordidas de los policías”, comentó otro de los inconformes.

En un recorrido realizado por Crónica se puedo constatar la falta de personas dentro de las plazas de ópticas, la misma situación la viven restaurantes y bares de la zona.

“Por cada 10 clientes que llevamos nos daban un bono de 400 pesos más nuestro sueldo, con la llegada del virus eso se perdió, de tener diariamente unos 50 comensales ahora con problemas tenemos 10 o 12, dependiendo el día”, narra Nayeli volantera en una de las terrazas del Zócalo.

Lo mismo en la calle de Motolinía, en donde varias de las ópticas y restaurantes de esa popular calle han tenido que bajar sus cortinas debido a la falta de ingresos.

“Gracias al apoyo de las autoridades se pudo reabrir la calle, pero la reactivación es lenta, apenas y percibimos un 20 porciento de lo que generábamos antes de la pandemia”, cuenta Ignacio, encargado de una de las ópticas de Motolinía, quien debido a la contingencia tuvo que reducir la plantilla laboral de 12 empleados a sólo cuatro.

Tanto volanteros como locatarios hacen un llamado a las autoridades para reforzar los operativos que se hacían regularmente y que ahora son nulos, pues enfrentarse al coronavirus y a las extorsiones no es tarea fácil.