Cultura

Fallece escultor español Martín Chirino a los 94 años

El artista nació el 1 de marzo de 1925 en Las Palmas de Gran Canaria, en el seno de una familia de clase media. Su padre, jefe de talleres de un astillero, era también armador de buques.

El artista nació el 1 de marzo de 1925 en Las Palmas de Gran Canaria, en el seno de una familia de clase media. Su padre, jefe de talleres de un astillero, era también armador de buques.

Fallece escultor español Martín Chirino a los 94 años

Fallece escultor español Martín Chirino a los 94 años

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El escultor español Martín Chirino, quien fue representante de prestigio de la escultura abstracta española, falleció este lunes a los 94 años de edad, informó su fundación.

“Lamentamos comunicarles que nuestro querido fundador, don Martín Chirino, nos ha dejado hoy. Acompañamos el sentimiento a su familia y amigos, nos quedamos sin uno de nuestros grandes genios y una persona extraordinaria. Descanse en paz, maestro”, se indicó mediante las redes sociales de la organización.

El artista nació el 1 de marzo de 1925 en Las Palmas de Gran Canaria, en el seno de una familia de clase media. Su padre, jefe de talleres de un astillero, era también armador de buques.

Vivió su infancia en la Playa de las Canteras de su ciudad natal, punto de encuentro de un relevante grupo de intelectuales canarios de la segunda mitad del siglo XX.

Esporádicamente en los primeros años de juventud trabajó con su padre en el mundo de los barcos, realizando por ese motivo diversos viajes a distintos países de la costa africana que dejarían una profunda huella en su posterior trabajo escultórico.

En 1944 inició sus estudios artísticos en la Academia del escultor Manuel Ramos, en su ciudad natal. Después ya en 1948 viajó por primera vez a Madrid, matriculándose en la Facultad de Filosofía y Letras con el fin de cursar estudios de filología inglesa.

Pronto abandonaría esos estudios para ingresar en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando. Entre sus maestros recordaría a Moisés Huerta, Milaviada y Enrique Lafuente Ferrari.

En 1951, coincidiendo con la I Bienal Hispanoamericana de Arte en Madrid, tomó contacto con la vanguardia artística española, frecuentando las Galería Clan y Buchholz, principales lugares para el arte moderno de la capital.

Un año después finalizó sus estudios de Bellas Artes con el título de profesor e inició una serie de decisivos viajes a París, Londres, Italia y otros lugares que le permitirán apreciar y estudiar en profundidad la escultura clásica y las obras de los grandes maestros de la escultura moderna, entre ellos Julio González , Henry Moore, Arp, Brancusi y Barbara Hepworth.

Terminada su etapa de formación, en 1953 regresa a Las Palmas de Gran Canaria donde instalará su primer taller escultórico; allí, con su amigo Manolo Millares comienza un intenso periodo de trabajo donde ambos intentarán aunar su vocación europeísta y su afán de vanguardia con las raíces de la cultura aborigen de su tierra canaria.

En ese periodo, de acuerdo con el portal oficial del escultor, puede decirse que se inicia la producción escultórica de Martín Chirino con un estilo característico, con la serie de piezas conocidas como “Reinas negras”, donde ya se percibe una cierta abstracción dentro del quehacer aún figurativo y surreal de estas obras creadas a base de materiales de hierro forjado, piedras, madera o plomo.

Chirino con su grupo de amigos canarios, Manolo Millares, Elvireta Escobio, Manuel Padorno y Alejandro Reino deciden instalarse definitivamente en Madrid en 1955.

Éste fue un periodo duro para que Chirino se dedicara a la escultura gracias a los ingresos que recibió al ejercer como profesor de inglés y más tarde también como profesor de dibujo en el madrileño Colegio de Nuestra Señora Santa María de Madrid.

En estos años conoce a Ángel Ferrant, maestro que sirvió de nexo de unión entre la vanguardia previa a la Guerra Civil Española y los jóvenes artistas de la generación de Martín Chirino.

A lo largo de 1961 por motivos de salud, abandona su dedicación a la escultura durante un tiempo. Al año siguiente, en 1962, realiza su primera exposición individual en la Galería Grace Borgenich de Nueva York.

En este lugar expuso un conjunto de piezas, de inflexión figurativa, que se conocerá como la serie de los “Inquisidores”, consecuencia de la etapa de alejamiento del taller y que le induce a la reflejar una soterrada visión de la dureza del momento político que le toca vivir.

De 1983 a 1990 desempeñó el cargo de presidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid, y desde 1989 hasta 2002 fue director del Centro Atlántico de Arte Moderno de Las Palmas de Gran Canaria.

Ha sido galardonado, entre otros, con el Premio Internacional de Escultura de la Bienal de Budapest, el Premio Nacional de Artes Plásticas, el Premio Canarias de Artes Plásticas, la Medalla de Oro a las Bellas Artes, el Premio Nacional de Escultura de la CEOE, la Medalla de Honor del Círculo de Bellas Artes de Madrid y el Premio Artes Plásticas 2003 de la Comunidad de Madrid.

En 2004 la Fundación Real Casa de la Moneda le concedió el Premio Tomás Francisco Prieto de medallística. Con ese motivo, realizó para la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre-Real Casa de la Moneda la medalla titulada “Espiral del viento, elogio a la Música”. Premio de la Fundación Cristóbal Gabarrón de las Artes Plásticas (2008).

Investido Doctor Honoris Causa por las Universidad de Las Palmas de Gran Canarias (2008) y por la Universidad Nebrija de Madrid (2011). En 2014 es nombrado Académico Honorífico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid.

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