Cultura

Fascismo y ultraderecha se alimentan de la nostalgia: Juan Pablo Villalobos

Esta falsa añoranza es más grave que el conservadurismo porque implica regresar a un pasado supuestamente mejor, añade v Esto provoca rechazo hacia lo nuevo, hacia los cambios porque nos da miedo

Fascismo y ultraderecha se alimentan de la nostalgia: Juan Pablo Villalobos

Fascismo y ultraderecha se alimentan de la nostalgia: Juan Pablo Villalobos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

“Los movimientos fascistas y de ultraderecha tienen una dosis de nostalgia muy grande. El fascismo se alimenta de nostalgia, piensa siempre que el pasado fue mejor, que antes había valores, que antes las familias eran como tenían que ser, que ahora todo es un degenere”, comentó el autor Juan Pablo Villalobos (Jalisco, 1973), quien participará en la inauguración de la 40 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO) el sábado 17 de octubre a las 12:00 horas.

Para el autor de La invasión del pueblo del espíritu, esa falsa nostalgia es más grave que el conservadurismo porque implica regresar a un estado donde supuestamente había una mejor manera de vivir.

“¿Qué sucede? Esos discursos son totalmente excluyentes y discriminatorios”, aseveró.

A la pregunta de por qué en las grandes ciudades esos sentimientos de odio y rechazo se acentúan, Villalobos expresó que es la paradoja de la diversidad.

“Es una paradoja porque, en teoría, las ciudades serían el lugar donde las identidades se van diluyendo, donde esas raíces tan fuertes que empiezan a identificar tus orígenes se empiezan a diluir y, de alguna manera, las personas tendríamos “más libertad” para hacer lo que queramos”, comentó.

Pero hay movimientos reaccionarios, hay mucha nostalgia por una seguridad que nos daban esas identidades cerradas, agregó Villalobos.

“Esa nostalgia es la que produce reacciones de rechazo hacia lo nuevo, hacia los cambios porque nos da miedo. Quizás ahí surgen esas tensiones entre aquellos que están más arraigados en esas ciudades en donde llevan más tiempo viviendo, entonces se creen “dueños” de esas ciudades y de los “nuevos”, los recién llegados”, indicó.

Ese temor, muchas veces, se resuelve a través de la violencia, del insulto y de lenguajes discriminatorios, reflexionó el también Premio Herralde de Novela 2016.

“Afortunadamente hoy en día somos mucho más conscientes de esos fenómenos, desde el punto de vista político y discursivo. Cada vez podemos advertir más fácilmente de dónde surgen, qué motivaciones políticas los mueven y por lo tanto podemos estar más alertas a no dejar que se diseminen, se popularicen y que se vuelvan verdaderamente peligrosos”, dijo.

¿QUÉ ES LA LITERATURA? Juan Pablo Villalobos participará el 17 de octubre en la FILO junto con las autoras Selva Almada y Cristina Rivera Garza. Los tres leerán textos escritos durante los meses de pandemia.

“Es una reflexión de los tres sobre nuestros procesos de escritura. Antes de que compartiéramos el primer texto habíamos recibido de parte de Guillermo Quijas una idea general. Encontramos grandes coincidencias, el hecho de que todos estemos viviendo (una pandemia) nos ha vuelto sensibles hacia ciertas particularidades. Los textos hablan de cómo vemos la escritura, cómo hemos vivido lo sucedido en estos tiempos como lectores, escritores y, en mi caso, con una mirada muy familiar”, detalló.

Sobre el acercamiento con la lectura, Villalobos compartió que actualmente todas las personas han experimentado cambios en sus hábitos y él, en específico, se ha acercado más a la poesía.

“En mi experiencia, cambió la lectura durante estos meses no tanto en la frecuencia o cantidad, porque más o menos ha sido parecida, pero sí en el tipo de lecturas que hacía. Por ejemplo, en estos meses leí más poesía que antes, de eso me di cuenta dos o tres meses después de estar confinado”, dijo.

Las razones de ese cambio las atribuye a que la lectura de poesía requiere una concentración permanente durante muchas horas en un actual tiempo de inquietud y distracción.

“Por otra parte, creo que tiene que ver con que estaba buscando en la poesía cosas que sentí que la narrativa no me daba. Hemos experimentado todos cambios en los hábitos de lectura y, hacia el futuro, mi esperanza es que (el confinamiento) habrá sido una etapa de mayor lectura”, expresó.