Opinión

“¡Feo, fuchi, guácala..!”: AMLO. Urge atacar a la corrupción

“¡Feo, fuchi, guácala..!”: AMLO. Urge atacar a la corrupción

“¡Feo, fuchi, guácala..!”: AMLO. Urge atacar a la corrupción

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
LIC. LUIS RAÚL GONZÁLEZ PÉREZ, PRESIDENTE DE LA CNDH:

+Si no luchas contra la corrupción,

acabarás formando parte de ella

Joan Baez

CIUDAD DE MÉXICO.- Parte fundamental de las tareas que ejerce la Comisión Nacional de los Derechos Humanos es —lo anoto para quienes lo ignoran— la decencia laboral en la vida pública, por lo que los problemas provocados por la corrupción ocupan un importante espacio de su responsabilidad total.

Y en cuanto a México y su actual gobierno, si de verdad se vuelve heraldo de la anticorrupción como el presidente lo ­reiteró al estigmatizar ese cáncer público, vamos a estar bastante ocupados, de manera que este espacio se apunta con el trabajo que le toque, asumiendo la expresión lópezobradorista del domingo último: “que sea algo feo, hacerle el fuchi y el guácala" —subrayó—, cosa que podrá vigorizar si llega a la audiencia nacional con los nombres y hombres del pasado y del presente cuyo futuro debe ser la cárcel si en realidad AMLO quiere, primero, limpiar el suelo patrio de pies agusanados; y segundo, convencer, dentro y fuera, que México ha dejado en el pretérito pero no en el olvido, a los gobiernos mafiosos.Asi pues, comienzo, estimado Luis Raúl (aprovecho para informar que a pesar de casi no vernos de buen tiempo a la fecha, hemos tenido una relación laboral y personal que mucho aprecio), prosigo, reproduciendo un documento obra del organismo empresarial Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad y titulado La adjudicación directa como regla, que va directa y veloz como grave advertencia al gobierno de López Obrador, como de inmediato tú y mis estimados lectores se percatarán:

“En marzo de 2019, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad revisó las compras de la nueva administración y señaló que 74% de los 28,458 contratos otorgados hasta ese momento, se habían entregado a través de adjudicaciones directas, mientras que la licitación pública (el mecanismo que debería ser usado como regla), sólo había sido utilizado en 18% de los contratos.

“A mitad del año, realizamos un nuevo corte de información para saber cómo compra y contrata el gobierno.

“La cifra total de contratos registrados en la plataforma COMPRANET ha llegado a 76,613. Las adjudicaciones directas no sólo siguen siendo el método de asignación favorito del gobierno, sino que se han incrementado en comparación con el trimestre anterior: al 30 de junio, 77.4% de los contratos se han entregado de manera directa mientras que las licitaciones abiertas sólo se han usado en 15.9% de los contratos.

“Si se compara con otros años, esto significa una continuidad con las administraciones previas. Entre 2010 y 2018, en promedio, las asignaciones directas se usaron en 72% de las compras, mientras que las licitaciones públicas sólo se usaron 14.5% de las ocasiones. De esta manera, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, tal como sus predecesores, continúa asignando directamente 3 de cada 4 contratos gubernamentales.

“Esta práctica no sólo vulnera la Constitución y las leyes que establecen que las licitaciones públicas deberían de ser la norma y no la excepción, sino que se encuentra en abierta contradicción con las propias promesas, discursos y objetivos legales definidos por el presidente.

“En su libro 2018. La salida, por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador escribió que 'es fundamental que exista acompañamiento y fiscalización ciudadana en las adquisiciones y contratos de obras y de servicios públicos' y, para las compras de gobierno, recomendó varias medidas, entre las que destacan 'licitaciones abiertas y la vigilancia de la ciudadanía'. La promesa no se ha cumplido.“En su informe del 1º de julio, López Obrador omitió el tema específico de los contratos del gobierno, pero en el Plan Nacional de Desarrollo se establece prohibir las adjudicaciones directas como una de las medidas para el combate a la corrupción, así como la eliminación del tráfico de influencias, el amiguismo y el compadrazgo.

“Si se habla de que no estamos frente a un simple cambio de gobierno, sino un cambio de régimen, lo menos que podría esperarse es que la nociva práctica de las adjudicaciones directas como la regla y no la excepción, se reduzca al mínimo.”

Aquí concluye éste, digamos, enérgico mensaje que le envía quizás el principal órgano privado vigilante del cumplimiento de la ley por los gobiernos, que debieran dar el ejemplo. López Obrador es el principal promotor de ese principio de ética política, pero siento decirle al presidente que desde su propio Gabinete le están poniendo en terrible riesgo su ética personal, su ética política y su rectitud presidencial.

AMLO sabe si se deja…

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