Opinión

Fidel, salinista; Díaz Canel, obradorista

Fidel, salinista; Díaz Canel, obradorista

Fidel, salinista; Díaz Canel, obradorista

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Ningún político mexicano ha tenido relaciones más profundas, con Fidel Castro y su Revolución, hasta de residencia en La Habana, como el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, el más neoliberal de todos los neoliberales de México; el “malo de malolandia”

A diferencia de José Martí, exiliado en México y José María de Heredia, alojado también en nuestro país, Salinas no estuvo refugiado para preparar una revolución independentista, sino para hallar tranquilidad fuera de un país donde se le miraba con recelo. 

Una acrimonia propiciada por sus enemigos, uno de los cuales, el actual presidente nacional, Andrés Manuel López Obrador, encuentra inspiración en la Cuba post revolucionaria de los días actuales.

Vaya cosa, cuando de aquella Revolución fracasada no queda sino un pueblo miserable y atrasado en todos los órdenes, dominado con mano de hierro por una mafia de burócratas en torno del nepote mayor, Raúl Castro (cuyo único mérito en la vida fue ser el mastín de su hermano), nos fascinamos con el cascajo revolucionario.

Salinas fue amigo y —dicen— socio de Fidel Castro. Hasta progenie cubana tiene. AMLO es amigo de Díaz-Canel y nunca ha ido a Cuba oficialmente. Ahora ya ha sido invitado una vez más. Y pronto irá, seguro. Me imagino la comitiva.

Ninguno de los exégetas y hagiógrafos del castrismo ha logrado explicar esa cercanía entre los barbudos de la Sierra Maestra y el neoliberalismo o cuanto se les ponga enfrente.

Ahora  se puede parodiar aquella cancioncita:

--Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que los americanos no pueden con él”, decía Carlos Puebla.

“…Fidel, Fidel, qué tiene Fidel, que hasta Carlos Salinas convive con él… O,

“…Canel, Canel qué tiene Canel, que quiere arrimarse tantito a Manuel…”

Pero tanto Salinas, como ahora  AMLO, han mostrado siempre su devoción hacia Cuba. En eso se parecen mucho, como también en otra coincidencia; ambos condenaron --cada quien con su estilo--, el bloqueo estadounidense a una buena parte de la economía cubana pero ambos firmaron sendos tratados comerciales con el ogro bloqueador, “mi socio…”

Salinas, con Gabriel García Márquez (quien actuaba como peón de Relaciones Publicas de Fidel),  gestionó temas de apertura con Clinton, mientras  López Obrador les pide a las Naciones Unidas declarar patrimonio universal la  resistencia del pueblo cubano ante las consecuencias del bloqueo.

¿La peor de ellas?, los infinitos discursos contra el bloqueo. En uno más de ellos, el Ejecutivo mexicano dijo ayer:

“…Ya he dicho y repito: podemos estar de acuerdo o no con la Revolución cubana y con su gobierno, pero el haber resistido 62 años sin sometimiento es una indiscutible hazaña histórica. En consecuencia, creo que, por su lucha en defensa de la soberanía de su país, el pueblo de Cuba merece el premio de la dignidad y esa isla debe ser considerada como la nueva Numancia por su ejemplo de resistencia, y pienso que por esa misma razón debería ser declarada patrimonio de la humanidad.

“Ahora sólo agrego que el gobierno que represento llama respetuosamente al gobierno de Estados Unidos a levantar el bloqueo contra Cuba, porque ningún Estado tiene derecho a someter a otro pueblo, a otro país. Es preciso recordar lo que decía George Washington: ‘Las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos’.

“Dicho con toda franqueza, se ve mal que el gobierno de Estados Unidos utilice el bloqueo para impedir el bienestar del pueblo de Cuba con el propósito de que éste, obligado por la necesidad, tenga que enfrentar a su propio gobierno...”

Así pues,ya lo sabe Jose Biden. Se ve mal… y no está bien verse mal.

También podrían solicitar una declaratoria por la resignada paciencia del pueblo cubano ante la dictadura y la represión. ¿O eso no cuenta?

“ (PL).- México fue el único país de América Latina que no rompió relaciones con la Cuba revolucionaria cuando fuimos expulsados de la OEA por un mandato imperial”,recordó Díaz-Canel.

«Entre todos los hermanos que nos dio Nuestra América, México cuenta, por muchas razones, como uno de los más entrañables para Cuba», dijo el Presidente de Cuba.

“En ese sentido, el mandatario rindió tributo a la solidaridad sostenida, invariable, apasionada y firme que siempre encontramos en tierra azteca «que todos los cubanos debemos amar como la nuestra», señaló.

“Lo dijo el apóstol cubano: «como de la raíz de la tierra le viene al mexicano aquel carácter suyo, sagaz y señorial, pegado al país que adora, donde por la obra doble de la magnífica naturaleza, y el dejo brillante de la leyenda y la epopeya, se juntan en su rara medida el orden de lo real y el sentimiento romántico».

Por eso hoy nuestro  presidente nos pone de nuevo a la América Latina en el centro de sus temas internacionales.

Invita aquí --adalid de la América indígena e hispanoparlante, decía Darío--, a la asamblea de la CELAC, lo cual es como darle anabólicos a un enano y se trae a la fiesta de la Independencia nacional a un burócrata sin la leyenda de Fidel mientras Lila Downs comparte  el rollo latinoamericano de “Calle 13”. Puro Caribe, mi sangre.