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Financiamiento a proyectos políticos, detrás de corrupción en Aduanas: Duarte

(Primera parte) “Tengo cada vez más evidencias, y seguimos acumulando información, de que, funcionarios vinculados a las aduanas usan ese dinero para proyectos políticos”, dice el titular de AGA en entrevista con Crónica. Se han nombrado ya 17 nuevos administradores en aduanas marítimas, bajo tutela de SEMAR; otros 16 han sido retirados, a la espera de nombrar militares

Financiamiento a proyectos políticos, detrás de corrupción en Aduanas: Duarte

Financiamiento a proyectos políticos, detrás de corrupción en Aduanas: Duarte

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Una añeja fotografía de Andrés Manuel López Obrador con Porfirio Muñoz Ledo sobresale en su oficina. La imagen revela sus apegos y raíces como político. De repente, Horacio Duarte se concentra en el retrato, como queriendo encontrar ahí todas las respuestas a su encargo en la Administración General de Aduanas. “En una reunión, en la oficina del ahora presidente en la calle de San Luis, Andrés Manuel le dijo a Porfirio que, para un dirigente político, el mejor blindaje es hacer públicos los temas”.

Quizá por esa filosofía, Horacio habla con desenfado y no parece temer a los monstruos ni a la podredumbre del sistema aduanero.

“Lo que hemos descubierto en aduanas es una serie de intereses de todo tipo, no tan notorios o secretos, que juegan en contra del país mediante contrabando, subvaluación de mercancías e ilegalidad en materia de seguridad nacional. Las aduanas siempre han sido utilizadas como feudos”.

—Hasta se venden —refiere el reportero.

—Sí, como franquicias. Y son claves no sólo para financiar proyectos personales, sino políticos.

—¿Has encontrado conexión entre las corruptelas aduaneras y el financiamiento a grupos políticos?

—Es muy difícil demostrarlo jurídicamente, pero tengo muchas pistas sobre cómo la ilegalidad en aduanas se ha usado para financiar proyectos políticos.

—Y sigue pasando. Me salta el caso de Baja California, con toda la red de complicidades en torno al gobernador…

—No podría acusar a un gobernador u a otro, pero sí tengo cada vez más evidencias, y seguimos acumulando información de que funcionarios que se han vinculado en las aduanas usan ese dinero para proyectos políticos. Tengo que ser muy cauto, pero eso no significa ser ingenuo: el que no pueda probar jurídicamente los nexos de funcionarios de aduanas con proyectos políticos y la entrega de recursos de manera ilegal, no significa cerrar los ojos y no ver cómo se mueven ciertos actores políticos.

Para este reportero, es ya la tercera entrevista a fondo con el Administrador en turno. Tres, en dos años de la 4T: Ricardo Peralta, Ricardo Ahued y ahora Duarte Olivares, cuya singularidad es la cercanía con el Presidente: sus más de 30 años de trabajo conjunto. Horacio pareciera, por momentos, una réplica del Ejecutivo. Lo llama más “Andrés Manuel”, como señal de afinidad y camaradería.

—Sí hay un interés genuino por limpiar las aduanas, tú pareces ser la última carta —se le comenta.

—No sé si la última o la primera. Por la cercanía política y personal, es mayor la exigencia: tengo que ir al fondo de los temas. El Presidente decidió tomar el toro por los cuernos y, conmigo, tiene un diálogo directo y una coordinación más allá de lo burocrático. Es una carga política, pero también una ventaja para que no haya pretextos ni obstáculos.

Asumió el cargo a principios de mayo, en plena crisis por la pandemia de COVID-19. No fue el mejor tiempo. Con la parálisis económica y gubernamental, dice, perdió impulso.

“Durante casi tres meses no pudimos mover funcionarios y se retrasó la toma de decisiones; nos rompió todo el esquema, porque toda la parte administrativa estaba inactiva”.

—Te sirvió para empaparte, porque tu perfil era otro…

—Sí, hubo aprendizaje, pero perdimos el impulso que nos dio Andrés Manuel al nombrarnos con mucha carga mediática y autoridad política: al interior del gabinete él habló incluso del papel que iba a desempeñar Aduanas a mi llegada. Hoy estamos ya tomando decisiones con dos objetivos: erradicar la corrupción y aumentar la recaudación en comercio exterior.

Horacio no es hombre de cifras. Tampoco de operativos ni embargos. Es un político sin maquillaje, y en ese terreno parece sentirse cómodo.

—Ya lo decías: hay actores políticos detrás de este jugoso negocio y me da la impresión de que piensan que, mientras tú vas conociendo a detalle los temas, te pueden ir presentando a sus operadores, o sacándote fotos con ellos, ir empujando a sus fichas para colártelas en este engranaje de corrupción…

—El Presidente fue muy claro y usó una frase coloquial: “si alguien le habla a Horacio o lo busca para hacer recomendaciones, me lo va a decir, los acusará”. Hasta ahora no he sentido presión de algún funcionario o gobernador para intentar imponer a alguien.

—¿Y de legisladores?

—Tampoco, pero sí hay una inercia para que los funcionarios que heredamos, se queden. Sabemos que hay administradores que llegaron bajo este modelo de cuotas o de grupos y muchos pensaron que no romperíamos el modelo. No necesitaban recomendarme a nadie, porque ya estaban adentro los suyos y lo que hemos ido haciendo es desmantelar esa estructura.

ESTRATEGIA. Se han nombrado ya 17 nuevos administradores en las aduanas marítimas, bajo la tutela de la Secretaría de Marina; y otros 16 administradores han sido retirados, dejando a encargados provisionales…

“Para esas 16 administraciones estamos preparando ya la llegada del personal que nos está sugiriendo la Secretaría de la Defensa Nacional. La idea es dar prioridad, de manera estratégica, a las aduanas del norte del país. La estrategia que definimos es: a los puertos, va personal de Marina y, a las aduanas terrestres fronterizas, personal de Sedena. Ya tenemos homologado el primer bloque, hace algunos días comenzó la capacitación para ese personal.

—¿Son militares?

—La mayoría en retiro, y vamos a incrementar la presencia de tropa de Sedena en labores de vigilancia y colaboración con oficiales de comercio exterior. Es una combinación de personal retirado con personal activo para labor de vigilancia.

Arrancaremos en los próximos días en algunas aduanas fronterizas con la idea de demostrar que la incorporación de personal de las Fuerzas Armadas puede tener resultados positivos en combate a la corrupción y aumento de la seguridad.

Esto es muy importante: no exculpo a ningún funcionario, pero es evidente que en ciertas aduanas es plata o plomo, y la mayoría prefiere plata. Pocos funcionarios corren el riesgo. Otros, es cierto, lo usan como pretexto: como me van a corromper, mejor me adelanto. ¿Por qué son prioridad las marítimas y fronterizas? Porque tienen el número más grande de operaciones de comercio exterior y son las que generan mayores ingresos para México.

En siete meses y contando, Duarte también ha detectado la acción de grupos, personajes u operadores dedicados a lucrar con las aduanas más allá del servicio público. Él los llama ´zopilotes´…

“Andan rondando: por labores de inteligencia he conocido que se reúnen ofreciendo aduanas, diciendo que vendrán conmigo, que me conocen o que tienen un contacto para hacerme llegar sus propuestas”.

—¿Y a quiénes se las ofrecen?

—A funcionarios que han estado en aduanas, a administradores que buscan volver, o a subadministradores del pasado. Hemos detectado dos o tres que andan haciendo gestiones a mi nombre, en un submundo de corrupción. Tenemos bien claro cuáles son las redes de intereses, personajes, qué funcionarios del primer nivel están vinculados. Lo que hemos encontrado no sólo son administradores sino personal de menor nivel, como enlaces o jefes de departamento, cuyos salarios no corresponden a su vida de lujos, vehículos, casas…

—¿Y has presentado denuncias?

—Sí, siete, ante Fiscalía General de la República y la Función Pública; también la Unidad de Inteligencia Financiera, con la que hay una coordinación estrecha, ha congelado cuentas. Quisiera ir más rápido, pero correríamos el riesgo de frenar lo que sí ingresa correctamente a las arcas del gobierno, que es una cantidad muy importante: 900 mil millones, una quinta parte del presupuesto.

Su fórmula, asegura, es dar golpes certeros, quirúrgicos y permanentes contra la corrupción, sin prisas ni arrebatos.

Extravía la mirada, otra vez, en la foto de Andrés Manuel y Porfirio. Se pierde, por unos instantes, en aquellos años nostálgicos de su formación política.

—El Presidente me ha dicho…

—¿Qué?

—Que por qué no saco a todos de un jalón…

—¿Y?

—Mi reto es a transitar a un régimen más limpio sin afectar las finanzas públicas, él lo ha entendido bien.

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