Manuel Sandoval Vallarta, quien descubrió que la radiación cósmica se compone preponderantemente de partículas de carga positiva; Ezequiel A. Chávez, abogado, educador y filósofo, redactor de parte esencial de la Ley Constitutiva de la Universidad Nacional, y Mariano Azuela, fundador de la corriente novelística de la Revolución, son los protagonistas de los primeros tres volúmenes de la colección Biografías, de El Colegio Nacional, disponible ahora en formato digital en las principales plataformas electrónicas, así como en libroscolnal.com.

Una sucinta aproximación a la vida y obra de tres fundadores de El Colegio Nacional, especialistas en física, educación y novela histórica, cuya aportación fue fundamental para el desarrollo de estas disciplinas en nuestro país, conforman los libros titulados: Destellos del cosmos. Ensayo biográfico sobre Manuel Sandoval Vallarta, de Fernando del Río Haza; La educación y la intuición de lo infinito. Ensayo biográfico sobre Ezequiel A. Chávez, de Andrés Íñigo Silva y Bitácora de la hoja. Ensayo biográfico sobre Mariano Azuela, de Emiliano Álvarez.

La versión electrónica de estos ensayos biográficos, editados por El Colegio Nacional, disponibles también en formato impreso, contribuye a la difusión del conocimiento de la historia de la ciencia en México, de la educación y la transformación de sus instituciones, así como de la actividad literaria de Mariano Azuela en México durante los primeros decenios del siglo XX, cuya obra ha sido, y es, muy apreciada en América y Europa.

Destellos del cosmos ofrece una reseña de la vida y obra de Manuel Sandoval Vallarta, (1932-1977) el gran físico mexicano del siglo xx, y cubre desde sus primeros pasos en una escuela de la colonia Santa María la Ribera hasta su fructífera estancia como profesor del Massachusetts Institute of Technology (MIT), y su posterior regreso a México. Para ello recrea la vida cultural y científica de México a principios del siglo xx, de sus personajes e instituciones más relevantes, y relata la relación de Sandoval Vallarta con la pléyade de grandes físicos, hoy de fama mundial, que interactuaron con él. Como lo más significativo de un hombre de ciencia es su obra, el libro se adentra en explicar la obra científica del gran físico en un lenguaje comprensible para un amplio público y ofrece un panorama de la física mundial en la primera parte del siglo.

Ezequiel Adeoato Chávez (1868-1946), fue uno de los mexicanos más notables de la primera mitad del siglo xx, aunque extrañamente sea uno de los menos recordados. Una muestra de su currículum debe mencionar que fue impulsor de la creación de la Universidad Nacional, rector de ésta en dos ocasiones y promotor de su autonomía; fundador y director de la Escuela Nacional de Altos Estudios y director de la Escuela Nacional Preparatoria. Su labor magisterial al frente de las aulas se extendió a lo largo de más de cuarenta años en los que impartió materias diversas, como Geografía, Historia de México, Lógica y Moral, y fue el primer profesor de Psicología en el país. Preocupado por el presente y el futuro de México, dedicó su vida y su obra a mejorarse a sí mismo para ser más útil a los demás. El libro La educación y la intuición de lo infinito, acerca a los lectores al legado del también fundador de la Escuela Nacional de Arqueología y autor del texto ¿De dónde venimos y a dónde vamos? impreso por El Colegio Nacional en 1946.

La escritura fragmentaria de Bitácora de la hoja, que da saltos en el tiempo y después regresa, rápidamente, para luego seguir su rumbo, más lentamente por momentos, aspira a dar cuenta —vívida, aunque no pormenorizada— de la vida de Mariano Azuela, (1873-1952) uno de los escritores fundamentales de la narrativa mexicana del siglo xx. El eje central es Los de abajo, sin duda su novela más importante. Allí, un personaje define, célebremente, la Revolución como el huracán, y al hombre que se entrega a ella como la hoja seca, arrastrada por aquél. Están aquí las líneas generales que llevaron a esa hoja que fue Azuela, hombre revolucionario, al movimiento armado, a la literatura, a la medicina y, finalmente, a la celebridad más absoluta hacia el final de sus días.