Puede ser que me equivoque en la hora, pero una foto que tomé al final del partido me dice que eran las 2 de la tarde con 52 minutos cuando el árbitro portugués Pedro Proenza dio el silbatazo final con el que concluían las acciones del duelo de los octavos de final entre México y Holanda en el Castelao de Fortaleza. Por sexta ocasión consecutiva el Tri quedaba eliminado en la segunda ronda de la Copa del Mundo… ¿Y?...

Y ese día creo que Miguel Herrera cometió el único, pero grave error como técnico de la Selección Mexicana: Haber sacado del terreno de juego al autor del que había sido el primer gol del partido y que pudo, según yo, haber sido el único. Giovanni había vencido con un auténtico golazo a Cillisen, el arquero tulipán con un disparo desde fuera del área y fue una pesadilla para la defensa, muy experimentada por cierto, del cuadro europeo.

El habilidoso jugador mexicano se había remachado en la zona media-derecha del ataque mexicano y desde ahí fue una preocupación constante para Blind que trató de taparlo en sus avances tanto como pudo, pero no pudo mucho. Al minuto 48, apenas arrancando la segunda mitad, Gio se convirtió en un héroe efímero, como lo fueron en su momento, Luis Hernández en Francia o Rafa Márquez en Alemania, los mexicanos estamos acostumbrados a eso…

Y como nadie sabe para quién trabaja, el ya no tan novato Miguel Herrera apostó a un refresco en la cancha que no tenía en mente Louis van Gaal, cuya frialdad quedó demostrada en este juego ante México y luego en los penaltis ante Costa Rica.

Herrera simplemente le quitó la preocupación de defenderse del habilidoso jugador mexicano, y le permitió irse al ataque con la artillería pesada del cuadro naranja, Depay, Huntelaar y Kuyt bombarderaron la zona defensiva del Tri que ya era atacada con la fiereza de siempre por Sneijder y Roben y en apenas seis minutos regresaron al cuadro mexicano a su eterno sitio de digno perdedor.

Esa fue la última gran aventura de Giovanni Dos Santos, cuya fama social ha terminado por superar su fama en la cancha, donde, sin importar la cantidad de juegos que tuvo en la MLS con el Galaxy de Los Ángeles, terminó por ver rescindido su contrato, “mejor que se vaya, aunque nos cueste”. Pero así ha sido de azarosa su carrera, que, según yo, terminará irremediablemente en México, sin importar que Fernando Morientes dijera la semana pasada en una conferencia que su talento era para Europa.

Pero no fue para el Barza, donde Bojan terminó por hacerlo a un lado cuando peleaban por conquistar a Rickjard; ni en el Tottenham o el Ipswich Town en la Premier; en el Galatasaray, en el Mallorca, en el Racing o el Villarreal y por supuesto ahora en el Galaxy. Giovanni tendrá seguramente algún día el dudoso honor de compartir con Carlos Vela el sitio como los dos mejores jugadores mexicanos, que quedaron a deber con creces el éxito en su carrera como un regalo para los aficionados.

De pronto, Gio se ha detenido y ha tenido que voltear y preguntar hacia dónde seguirá su carrera, pero al haber salido de uno de los clubes más emblemáticos de la MLS, difícilmente alguien lo recomendará para integrarse a otra franquicia de esa liga. ¿Y México?...

Aunque no esté escrito, es evidente que Herrera le debe a México una explicación por aquel cambio de aquel día en Fortaleza, y también es cierto que al América de esta temporada le falta un brillante talento creativo y efectivo, que refuerce a un plantel al que aparentemente no le harían falta refuerzos. Gio siempre fue del gusto de las Águilas, y ante la proximidad del fin de temporada y ya sin ningún sitio a donde ir, Coapa parece la elección correcta. Para ambas partes.

A sus 29 años podría ser que Gio finalmente se enfunde en una camiseta por la que siempre mostró admiración, y lo que tiene de futbol, aún lo colocaría encima de muchos de los que llamamos estrellas en casa.. Suena raro… Si, tal vez… Pero no suena imposible...

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