Opinión

Fotocívicas, una grave ausencia

Fotocívicas, una grave ausencia

Fotocívicas, una grave ausencia

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Fotocívicas, una grave ausencia

El día de ayer arrancaron las Fotocívicas en la Ciudad de México, con lo que la administración de Claudia Sheinbaum sustituye el sistema de fotomultas bajo una visión de responsabilidad cívica en lugar de carácter recaudatorio. Sólo que no se dieron cuenta que la mayoría de las familias tiene un coche y que lo maneja el papá, la mamá, los hijos e incluso otros parientes que generalmente no son los propietarios y cuando  cometan una infracción no se les va a sancionar a ellos sino al dueño. Esta propiedad común se debe a los lazos familiares y acciones de apoyo en la sociedad mexicana. Lo que tendría que hacer el Gobierno capitalino es ajustar su sistema y castigar al conductor, no al dueño, cuando éste sea el caso. Una ausencia en su reglamento que afectará a muchos capitalinos.

Romo y Martínez Vite, los amos de las dádivas

Eso de predicar con el ejemplo, como dice el refrán popular mexicano, no se les da muy bien a los morenos, principalmente a los alcaldes de Miguel Hidalgo y Tláhuac. Sí, los señores Víctor Hugo Romo y Raymundo Martínez Vite, respectivamente, siguen regalando dinero y artículos mediante las llamadas acciones institucionales, prácticas que a decir de las máximas autoridades de la Ciudad habían desaparecido. Cosa que, en realidad, no es cierto. Resulta que el señor Romo ha repartido, en los primeros meses de Gobierno, 32 millones de pesos a través de un monedero electrónico denominado La Empleadora, además destinó otros 4.9 millones para regalar sillas de ruedas, andaderas y bastones. Muy dadivoso el exdelegado perredista. En tanto que el exdiputado Martínez Vite se programó una acción para obsequiar hasta féretros, ¡qué puntada la del amigo del exdelegado Rigoberto Salgado! Además abrió la cartera y gastó 19. 4 millones de pesos en la entrega de electrodomésticos a policías y equipos para Día de Reyes. Todo esto no sería cuestionable si su partido, Morena, no se la pasara diciendo que las dádivas son un acto reprobable que sólo sirve para la compra de votos.

Iztapalapa, con menor asistencia y función de lucha

En esta alcaldía, a diferencia de otros años, había más policías que visitantes. En toda la ruta del viacrucis, en la explanada, en las calles aledañas había cientos de policías, y aun así, nos cuentan, no pudieron controlar los pleitos, zafarranchos y agresiones que se registraron durante la escenificación 176 de la Pasión de Cristo. Por ejemplo el Jueves Santo se realizó una memorable batalla campal entre vecinos de los Ocho Barrios frente a las narices de los cientos de agentes que se encontraban vigilando la calle de Lerdo, a unos cuantos metros de donde Jesús le lavó los pies a sus apóstoles. Y, ¡qué creen!, los muchachos de Jesús Orta permitieron que el teatro más grande se convirtiera en una arena de lucha libre. Será por eso que al otro día se observó semivacío el Jardín Cuitláhuac, donde se desarrolló la escenificación del juicio de Jesús, el lavatorio de manos de Pilatos y los azotes. Por temor a estar involucrados en una trifulca, cada vez más frecuentes en el territorio que gobierna la morenista Clara Brugada.