Cultura

Fue buen abogado López Velarde, nunca lo sabremos, dice Marco Antonio Campos

El escritor presenta su libro El Diccionario Lopezvelardeano, que busca revivir al poeta zacatecano

Fue buen abogado López Velarde, nunca  lo sabremos, dice Marco Antonio Campos

Fue buen abogado López Velarde, nunca lo sabremos, dice Marco Antonio Campos

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Qué tan buen abogado fue Ramón López Velarde?, eso no lo sabremos nunca, pero lo que sí sabemos es que el 13 de mayo de 1908 el padre del poeta, Guadalupe Pérez Morán, cayó enfermo y fue entonces cuando López Velarde le prometió dedicarse a la abogacía para seguir los principios morales y económicos de la familia, explicó el escritor Marco Antonio Campos durante la presentación que realizó El Colegio Nacional de El Diccionario Lopezvelardeano, editado por la UNAM, como parte de la colección Cátedra Universitaria.

“El diccionario de Marco Antonio Campos es un manual de primeros auxilios para revivir a López Velarde, para que el poeta no se convierta en esa estatua de bronce que nadie sabe a quién representa. Algunos lo han considerado poeta nacional, aunque no necesariamente lo es ni quiso serlo, en ese sentido, estaría lejos de Pablo Neruda o de Víctor Hugo que aceptaron, de buena gana, ser poetas nacionales”, expresó el escritor y Premio Crónica Juan Villoro.

En ese sentido, explicó que ya José Emilio Pacheco en el prólogo de La luna inmóvil dijo muy claramente que un poeta como Ramón López Velarde al escribir la Suave Patria tiene muchas más alusiones -siete en concreto- a la tradición católica que a lo que sería el discurso nacionalista revolucionario que se apropió de él después de la revolución un poco por los azares de su sepelio, los tres días de luto nacional ordenados por el presidente Álvaro Obregón, etcétera.

En el marco del centenario luctuoso de Ramón López Velarde (15 junio de 1888 – 19 junio 1921), Juan Villoro explicó que en El Diccionario Lopezvelardeano, Marco Antonio Campos nos recuerda la presencia opresiva del padre del autor de Suave Patria, a quien el poeta siempre guardó luto vestido de negro, “negro en parte por respeto al padre, en parte por pobreza y en parte por su profesión de abogado”.

“Su padre nunca quiso que Ramón López Velarde fuera escritor y, probablemente, cuando murió en 1908 liberó al poeta de la obligación de no ser escritor, de dedicarse a la abogacía o profesiones aparentemente más provechosas. Tenía entonces 20 años, recién cumplidos, se tuvo que hacer cargo del resto de sus hermanos, fue abogado, fue maestro, trabajó en oficinas de gobierno, pero se dedicó en lo fundamental a la poesía”.

A propósito, Marco Antonio Campos destacó que en la familia de López Velarde no había ningún antecedente literario, como en el caso de Jorge Luis Borges, por lo que la escritura fue su vocación. “El padre muere en noviembre de 1908 e, incluso, escribe un poema que no recoge en La sangre devota y que es el único poema que le escribe al padre, aunque en general a la familia no le escribió nada”.

De hecho, en una carta que fechó el 13 de marzo de 1911 expresó la sincera preocupación de ser poeta, “en ella dice que la literatura y la poesía no dan dinero y que a él ya se le señala en San Luis Potosí como un maderista duro, es decir, verlo era como ver al diablo”. “En ese 1911, también el abogado Ramón López Velarde se va avenado a SLP tres meses, donde es un juez inmóvil en un pueblo inmóvil y sólo sabemos de su paso por una prosa que se llama La provincia mental”.

Posteriormente, entre 1912 y 1914 trabaja como abogado, pero ahora en la Ciudad de México, añadió. “¿Qué tan bueno fue como abogado? No lo sabemos. Se puede tener el gran talento, pero no la vocación. Él tuvo el gran talento, pero se impuso la vocación. Cumplió con el padre y con su profesión; fue abogado y fue poeta”.

Ramón Modesto López Berumen.El nombre del poeta zacatecano no era realmente Ramón López Velarde, sino Ramón Modesto López Berumen, explicó Marco Antonio Campos. “Fue su abuelo quien se puso el Velarde, quien se llamaba en realidad Ramón López Díaz, pero “por alguna razón que no sabemos, tal vez por prestigio, se puso el López Velarde, de ahí el padre también, su padre es Guadalupe López Morán y el poeta acaba siendo Ramón Modesto López Velarde Berumen. Me pregunto si sonaría que el mejor poeta mexicano se llamara Ramón López.