El sistema carcelario de Paraguay se evidenció como uno de los puntos más débiles del gobierno que preside el conservador Mario Abdo Benítez con la fuga de 75 integrantes del grupo criminal brasileño Primer Comando Capital (PCC), y la sospecha de que escaparon con el apoyo de las autoridades del penal de Pedro Juan Caballero, capital del departamento de Amambay y frontera con Brasil.

La fuga, de madrugada y a través de un túnel, no pudo darse sin la complicidad de guardias o funcionarios de esa cárcel, admitieron ayer funcionarios del gobierno.

Escapada anunciada. La ministra de Justicia, Cecilia Pérez, admitió por su parte que contaba con informaciones sobre un plan de fuga de cabecillas del PCC. Según esos reportes, el grupo criminal brasileño habría ofrecido 80 mil dólares para posibilitar esas fugas.

Desde las instituciones penitenciarias se reconoce que muchos de los presos fugados disfrutaban de “celdas VIP”, con televisión, refrigeradores y computadoras, gracias a los sobornos a funcionarios.

Pérez convocó una rueda de prensa en la sede del Ministerio para dar detalles sobre la fuga, que calificó de “hecho extremadamente grave. Sin precedentes, una cuestión de seguridad nacional”.

MEJOR PRESO EN PARAGUAY.La corrupción del sistema penal paraguayo es de tal gravedad que los criminales brasileños prefieren cumplir sus penas en ese país.

El caso más notorio fue el del narcotraficante Marcelo Pinheiro que en noviembre de 2018 mató a una joven de 18 años que fue a visitarlo a la cárcel de Asunción, donde se encontraba recluido.

Se cree que Pinheiro buscaba con ello tener una causa abierta en Paraguay para cumplir las penas de cárcel en el país y evitar la extradición a Brasil.