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Gobiernos autoritarios aprovechan la pandemia para fortalecer la represión, alerta HRW

“Para algunos gobiernos, responder a la crisis se traduce en restringir la libertad de expresión, obstruir medios independientes y castigar a activistas que se atreven a criticar”, alerta la organización

Gobiernos autoritarios aprovechan la pandemia para fortalecer la represión, alerta HRW

Gobiernos autoritarios aprovechan la pandemia para fortalecer la represión, alerta HRW

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Además de la crisis sanitaria, la pandemia del COVID-19 está trayendo otro tipo de consecuencias en muchos países, especialmente, en los dominados por gobiernos autoritarios o, directamente, dictaduras.

Este miércoles, el subdirector para Asia de Human Rights Watch (HRW), Phil Robertson, alertó que estos gobiernos están aprovechando la ocasión para reforzar su poder, anular a la oposición y reprimir a la ciudadanía.

"Los gobiernos de mentalidad autocrática ven rápidamente en una crisis como ésta una oportunidad para requerir poderes draconianos y mantener el control", apuntó Robertson.

"Para algunos gobiernos responder a la crisis se traduce en restringir la libertad de expresión, obstruir medios independientes y castigar a activistas que se atreven a criticar o plantear inquietudes sobre la acción del ejecutivo", subrayó.

LA REPRESIÓN DE DUTERTE

Ésta es la situación, por ejemplo, que se vive en Filipinas, donde su presidente, Rodrigo Duterte, ha logrado que el Congreso le dé plenos poderes durante una emergencia nacional, para actuar sin contar con el propio legislativo.

"El algoritmo de poder de Duterte opera bajo situaciones de emergencia, siempre más allá del marco constitucional", indicó a Efe el analista filipino Richard Heyderian, quien recuerda que el presidente ya maniobró de esta manera en anteriores ocasiones, como desastres naturales, terrorismo o su infame guerra contra las drogas.

La actual pandemia es una oportunidad atractiva para que "protodictadores de todo el mundo construyan un clima de terror del que puedan sacar réditos políticos", apuntó Heydarian, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad La Salle en Manila.

En Filipinas, la policía golpea a quien se salte la cuarentena, y ya mató de un disparo a una persona, mientras en India, el gobierno del nacionalista de Narendra Modi ha permitido que los agentes golpeen con palos a quienes no cumplan el confinamiento.

DERECHOS SUPRIMIDOS

Además, la organización Crisis Group alerta acerca de que algunas dictaduras pueden extender indefinidamente determinadas medidas de excepción, como el derecho de reunión o protesta.

Tailandia, por ejemplo, ha declarado un estado de emergencia que otorga al régimen de Prayut Chan-ocha plenos poderes para restringir movimientos, censurar medios o reprimir a opositores.

LAS FAKE NEWS COMO EXCUSA

Tailandia, de hecho, aprobó recientemente una ley contra las noticias falsas, que en realidad se usa para encarcelar a detractores del régimen. Esto se repite en Camboya, donde el régimen de Hun Sen ha arrestado a 17 personas del proscrito partido opositor Rescate Nacional por supuestas fake news.

"Vietnam y Laos están censurando la libertad de expresión en la red con leyes contra las noticias falsas a fin de considerar no factual cualquier comentario que no les guste", agrega Crisis Group.

En Egipto, por ejemplo, el régimen de Al Sisi retiró la acreditación a un periodista de The Guardian que reportó 19 mil casos de COVID-19 en el país, lo que no gustó al gobierno, y amenazó con hacer lo mismo con otro reportero del New York Times que retuiteó la publicación.

PROBLEMAS EN EUROPA

Pero también en el viejo continente hay casos. El gobierno del ultraderechista Viktor Orbán en Hungría está a punto de aprobar una ley para prolongar indefinidamente el estado de emergencia por el coronavirus. El texto prevé penas de hasta cinco años de cárcel por difundir noticias falsas que "imposibilitan o dificultan" la lucha contra el virus.

NETANYAHU, ATRINCHERADO

Finalmente, en Israel, el uso de la pandemia ha sido distinto. En lugar de reprimir a la población, el primer ministro en funciones, Benjamin Netanyahu, la está usando para perpetuarse en el cargo.

El presidente del parlamento Yuli Edelstein, su aliado, suspendió la actividad el día antes de que la Knéset votara una moción de censura para destituir a Netanyahu, mientras que el secretario de Justicia, Amir Ohana, declaró un parón de trabajo de la rama judicial dos días antes de que comenzara el juicio por corrupción contra el mandatario, ahora aplazado hasta mayo.

MRP-IJSM