DR. CARLOS M. URZÚA MACÍAS, SECRETARIO DE HACIENDA:

+Bueno es en verdad adquirir, pero es mucho mejor conservar

Johann Wolfgang von Goethe

El anuncio que hizo el presidente López Obrador durante la reciente Convención Nacional Bancaria, en el sentido de que ya no habrá bancos favoritos, merece ser celebrado y replicado hasta tener la seguridad de que lo hemos recibido y entendido todos en México.

Durante muchos años, el predominio de bancos extranjeros como BBVA y varios más, fue convirtiendo al sector financiero mexicano en uno de los mercados más concentrados del planeta, lo que deriva en altos y crecientes costos para los usuarios de la banca; es decir, en afectaciones a la economía de millones de familias mexicanas.

El anuncio presidencial cobra mayor relevancia en virtud de la inacción de Alejandra Palacios Prieto, la comisionada presidenta de la Comisión Federal de Competencia Económica —Cofece—, quien a pesar de que, derivado de la reforma financiera de 2013, se le instruyó investigar y hacer todo lo necesario para acabar con el oligopolio en el sector, sistemáticamente ha actuado de manera parcial a favor y en defensa de los agentes dominantes del sector, como lo hizo recientemente en un artículo de opinión en el que defendió a BBVA.Así, mientras el Presidente que encabeza la 4T se pronuncia por mayor competencia en el sector, comisiones más bajas y piso parejo para todos los bancos para llevar más y mejores servicios financieros a millones de mexicanos, la presidenta del órgano antimonopolios, Alejandra Palacios, cuyo mandato constitucional es la promoción de la competencia, la condena y ataca abiertamente para beneficiar a sus patrocinadores. Al parecer, el Senado ya tiene registro de la protección que Palacios Prieto le ha brindado a ciertos bancos, por lo que prácticamente tendría los días contados al frente de la Cofece.A lo anterior vale la pena agregar lo que el nuevo presidente de la Asociación nacional de Banqueros, Luis Niño de Rivera, planteó el sábado pasado en la convención  anual de esa organización, en el sentido siguiente:

“Estoy seguro de que todos los que estamos congregados en esta convención, nos hemos hecho la pregunta sobre cuál es el mejor desempeño que puede tener la banca para el país. La respuesta, sin lugar a dudas, es lograr un crecimiento sano y sostenido de la cartera de crédito, que sirva como motor del desarrollo económico nacional. El crédito, administrado con responsabilidad y prudencia por acreedores y acreditados, es la herramienta más poderosa para elevar el bienestar de las personas y de las familias. Esto naturalmente, dentro de un mercado cada vez más competitivo en beneficio de nuestra clientela.

“Para ello, estamos obligados todos, legisladores, supervisores y supervisados, a construir un entorno regulatorio que nos permita marchar permanentemente hacia esa meta. Que incremente y no que inhiba la competencia. Que otorgue mayor libertad a la creación de nuevas formas de servir a los clientes de la banca; y no que la limite. Que nos lleve a todos, proveedores y usuarios de servicios bancarios, a ser un bien nacional.”

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