Algo tiene que estar motivando a la migración, algo que nos está incomodando, expulsando, casi como escupiendo, de nuestro país. Es como si México sólo fuera para un grupo de personas y, fuera de ellos, ya nadie tiene cabida, por eso se ven obligadas a salir, expresó la autora Rose Mary Salum, a propósito de su reciente libro, titulado Una de ellas (Dislocados, 2020).

“Este no es el típico libro de migración, sino que muestra la migración de todo el tejido social, es decir, son las historias de una persona violentada, de una persona con recursos económicos, de quienes no lo tienen, de quienes estudiaron, de alguien inmerso en la tecnología, etcétera”.

Lo anterior, explicó, ya que la migración es algo que atraviesa a toda la sociedad y se realiza en diversas formas, pues no todos tienen que cruzar el desierto, sino que unos llegan en avión. “Todas estas personas, que aparentemente están totalmente alejadas entre sí mismas, están migrando. Tenemos que reflexionar sobre la migración porque esa es la realidad, no la de hace 50 años, lo vivimos ahora, pudo haber sucedido hace dos semanas, dos meses, dos días, etcétera”.

“Lo que está causando la migración es esa incomodidad que surge de un país que no está acogiendo a todos sus ciudadanos por cuestiones políticas, económicas, sociales… No pareciera ser un país que reciba a sus ciudadanos con los brazos abiertos, sino uno de una faceta muy agreste que no tiene la capacidad de acoger a todos los ciudadanos y los expulsa”

-¿A quiénes expulsa mayoritariamente?

-Expulsa a gente que tiene aspiraciones, que quiere buscar una mejor vida, que quiere movilidad social, que quiere estudiar, trabajar de su profesión o simplemente un empleo porque en el campo ya no existen recursos, apoyo ni infraestructura. Es todo un catálogo de diferentes situaciones con un desajuste, una incomodidad para tener que salir.

MIGRACIÓN FEMENINA. Una de ellas está compuesto por ocho cuentos que se relacionan entre sí porque son historias de mujeres. “Lo que quería era mostrar la parte femenina, lo que pasan las mujeres, la violencia física, psicológica y el rechazo de la cultura que la rodea, la cual no necesariamente viene de las personas de dónde llegan, sino de sí mismas”.

Lo anterior ya que en el imaginario colectivo son los hombres quienes salen, se van y dejan a las mujeres. “En un intento de hacer una reflexión sobre lo que se vive hoy en la migración, en estas historias que se muestran muy abiertamente femeninas”.

En cada una de las historias podemos recorrer distintos aspectos de este fenómeno, podemos, por ejemplo, ver el desprendimiento de raíces que no se logra hacer del todo. “Hay un lazo que está representado por una madre que, desde México y por teléfono, está manipulando y moviendo todos los hilos para que las cosas se sigan haciendo como ella quiera. Es una cuestión real en el cuento, pero también una metáfora de cómo este desprendimiento no necesariamente se logra, como un cordón umbilical que une a la madre y sigue determinando las acciones que se van a hacer en el nuevo país”.

No obstante, aunque por un lado haya un lazo muy fuerte con la madre, la cultura, la tierra y el origen, por otro lado hay un intento de integración a la nueva cultura y eso se puede ver en el idioma. “El idioma que está adquiriendo está mocho, fracturado, dislocado… no acaba de hablar bien ni un idioma ni el otro. Es un fenómeno un tanto contradictorio, por un lado, es el afán de pertenencia y por el otro estas raíces que jalan.

JUEGO. El libro también presenta algunos cuentos que juegan entre lo real o verdadero y su contrario, explicó la autora. “El cuento Ocho es una serpiente mordiéndose la cola, es un ocho, también el símbolo del infinito entre la realidad y la mentira pues es algo que se repite y reverbera".

“Tiene que ver con el juego político, la relación México – Estados Unidos, ¿qué es verdad y qué una construcción o una mentira absoluta? La verdad es algo que solamente quedará en la narrativa de los grupos de poder”.