Metrópoli

Heredé una policía enferma: Jesús Orta

Encontraron una corporación sin disciplina y con corrupción; “hay mucho trabajo que hacer para mejorar la percepción del ciudadano”

Encontraron una corporación sin disciplina y con corrupción; “hay mucho trabajo que hacer para mejorar la percepción del ciudadano”

Heredé una policía enferma: Jesús Orta

Heredé una policía enferma: Jesús Orta

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"La Policía es un ser vivo y lo encontré con desorden estomacal, diarrea, vómito, resaca y muy debilitado, me heredaron un cuerpo policiaco enfermo”.

Es Jesús Orta Martínez, jefe de la policía capitalina, quien tras un diagnóstico en lo general y lo particular, dijo haber encontrado corrupción e indisciplina en la corporación, producto de anteriores administraciones, cuyos representantes generaron irresponsabilidad. Incluso encontró casos en los que oficiales de menor rango tenían más poder que los altos mandos.

El secretario de Seguridad Ciudadana explicó el tratamiento que le está dando a la corporación y cómo poco a poco ha tenido que tomar decisiones complicadas, como despedir a jefes de sector o dar de baja a elementos que no cumplían las ordenes de sus superiores, con el fin de disminuir los índices de violencia que tanto han afectado a los habitantes de la urbe.

De la misma forma, Orta Martínez explicó cómo se encuentra trabajando con los entes de seguridad federal y cómo se aplicará la Guardia Nacional, la cual sólo estará en las zonas limítrofes de la capital, e incluso recomendó conservar áreas de inteligencia de la Policía Federal para que no desaparezcan, debido a que el titular de seguridad cree que serían de ayuda para esta nueva estructura del gobierno federal.

El jefe policiaco contó anécdotas de su relación laboral con la jefa de Gobierno y las exigencias que ésta le pide para dar la tranquilidad necesaria a todos los ciudadanos. Señaló que es una mandataria estricta, que le ha comentado en varias ocasiones que su prioridad es dar seguridad a los capitalinos, aunque deba ser dura con él para cumplir ese objetivo.

Es un hombre curtido, dicho en sus propias palabras, pues ha sido víctima de la delincuencia. Secuestro, robo a casa habitación, robo a automovilista y robo de vehículo con o sin violencia forman parte de sus vivencias como ciudadano.

Y en todas ellas comprobó la ineficiencia de uniformados y servidores públicos. Por esa misma razón, Orta Martínez pidió a los habitantes de la capital del país que se quejen de todas las irregularidades que existen, para que él identifique más rápido los sectores “enfermos” del cuerpo policíaco y así bajar las estadísticas en violencia tal y como se lo pide Sheinbaum.

En su oficina, ubicada en el duodécimo piso del edificio de la SSC, a un costado de la Glorieta de Insurgentes, el funcionario comentó que su agenda nunca es precisa debido al trabajo y tiempo que ha dispuesto para la corporación.

— ¿Cómo es la agenda del secretario de seguridad?

— Ya son 100 días y es fecha que no cuento con una agenda formal, lo único que tengo seguro son los gabinetes de seguridad, es muy volátil, pero también es porque me quiero involucrar en situaciones que merecen ser atendidas de manera urgente, por ejemplo ayer tuve que tomar la decisión de despedir a dos jefes de sector y eso trae consecuencias; además, porque la policía es un ser vivo, estamos tratando de poner el piloto automático a la corporación.

— Usted es el cerebro de este cuerpo, ¿cómo encontró a la secretaría?

— Si seguimos con esa analogía del ser vivo, la encontré muy desordenada, con desorden estomacal, diarrea, vómito, resaca, una policía desordenada e indisciplinada y debilitada y en muchos casos con liderazgos fácticos. Vengo de la Policía Federal en la que el orden de mando era el único y muy formal, y aquí por todos es bien sabido que no mandaba el jefe de la policía hasta que llegó Raymundo Collins, debo reconocerlo. Pero aquí mandaban en otros lados, incluso que estaban debajo de la línea de mando, necesitamos mucha disciplina para mejorar. La Jefa de Gobierno, desde que me invitó a trabajar me ha dado muchas responsabilidades, sin dejar de lado que ella es la que manda.

— ¿Qué tan grande es esa responsabilidad?

— Mira, si un policía hace algo que no debe, a mí es al que regañan, ya después yo debo hacer los correctivos e investigaciones, me dan todo el poder, pero también toda la responsabilidad, y así es como tiene que ser en este tipo de corporaciones, lo primero fue ordenarla, que sigue en un proceso pero de un 100 por ciento de ese proceso, un 80 ya está en orden con varios elementos, con una estrategia implementada en la que se han designado a otros responsables y donde es un ejercicio de prueba y error y de una evaluación constante en todos los cuadrantes. El otro 20 es como las dietas, bajar de peso cuesta; así es este proceso, falta una parte de ordenar que es la más fina, que son cosas que hay que arreglar y probablemente no dependen exactamente de mí o de la jefa de Gobierno.

— Y en la calle, ¿cómo van las cosas?

— Venimos de tres años consecutivos en una tendencia al alza en la incidencia delictiva, de entrada te encuentras con una situación de inseguridad, compleja y deteriorada, y encontramos una ciudad con niveles de seguridad complejos. Hay tres factores que analizar, el primero es que a nivel federal ya había inseguridad, el segundo es que la administración anterior se dedicó a todo menos a gobernar y eso distrae de los problemas y se refleja a nivel de calle, faltas de oportunidades que generan inseguridad, la falta incluso de la presencia de policías, no les interesó hacer presencia en ciertas zonas, y por último, la falta de estrategia. Incrementó la inseguridad porque se abandonó una estrategia, ya no había reuniones de seguridad, no había evaluaciones a policías y eso deriva de una falta de coordinación. Te doy un dato, la Jefa de Gobierno ha tenido más reuniones con los alcaldes que Mancera en todo su periodo, en tan sólo 100 días; es indispensable tener comunicación y estrategia. Además se perdió la disciplina en la policía; se ponía gente en mandos de alta responsabilidad que no tenían experiencia policiaca, aquí con la mano en la cintura designaron policías segundos arriba de altos mandos y eso prevaleció, sin estrategia y sin disciplina, no había ni por donde: eso es lo que encontré.

— ¿Cómo son las exigencias?

— Son muchas, con decirte que el 8 de diciembre, tres días después de que entramos recibí mi primer regaño de la Jefa de Gobierno, porque hubo como 10 u 11 homicidios ese día; hoy es algo anecdótico, pero ella me lo ha dicho, “perdón, creo que fui muy dura contigo” y sólo le respondo que no, que el día que lo deje de hacer, me relajo, y ella siempre ha sido buena conmigo; además de pedir resultados, siempre que está en público habla bien de mí y yo le comento que a pesar de eso yo no he entregado las cosas que todos esperarían; esto requiere mucho esfuerzo, y de tiempo.

— Respecto a las bandas delictivas en la ciudad, ¿cómo han trabajado en ese aspecto?

— Aquí hay una situación, muchas de estas detenciones u operativos contra estos grupos dependen del Gobierno federal, antes de nosotros no avisaban cuando se hacía un operativo, porque luego se avisaba y ya se había corrido la información y se frustraban los operativos, hoy lo único que he dicho a los órganos de seguridad federal es que si me van a compartir información me la pueden dar y la que no, no me voy a enojar ni encelar ni nada por el estilo; eso sí, y la jefa de Gobierno se los ha dicho, que si van por alguien grande que nos avisen para resguardar o acordonar la zona y así poder tener una mejor comunicación; tenemos que evitar represalias, el reordenamiento; y ahí si dice la jefa de Gobierno ha hecho mucho énfasis en ir de la mano y eso ha permitido compartir información sobre estas bandas y estos cárteles. El método para enfrentar a estas bandas es la inteligencia y lo hace mejor que los operativos de fuerza, nosotros tenemos que, como en el gobierno federal, como en el local, entrar con efectos legales.

— La Guardia Nacional ¿cómo funcionaría aquí?

— Se ha platicado con el gobierno federal y se ha dicho que la queremos en las zonas limítrofes, queremos encargarnos de la parte interna de nuestras fronteras y en las vialidades que las dividen, los patrullajes de la Guardia Nacional, y creemos que es buena estrategia porque en las alcaldías que colindan con otros estados, los delincuentes se pasan de un lugar a otro, entonces con esos patrullajes en las fronteras evitaremos eso y nosotros podremos encargarnos de lo interno.

— La ciudadanía, ¿cuándo verá resultados?

— Es un proceso, como ya lo había dicho; a corto plazo, en un año, el objetivo es que disminuyan los índices delictivos que en vez de ir al alza, vaya a la baja y que sea constante, la ciudadanía pide resultados de inmediato pero deben saber que hay tiempos, habrá resultados y sirven mucho las quejas de los ciudadanos en redes, por el 911, en un Ministerio Público para que de esta manera veamos cuáles son las principales irregularidades que afectan a la corporación y a la ciudad, yo soy de los que dice a la ciudadanía que se queje, donde quiera, pero que lo haga. Yo he sido víctima de varios robos, de un secuestro exprés, sé las ineficiencias de la policía porque como ciudadano lo viví. Pero con estrategia e inteligencia habrá resultados.