Escenario

Hernán, un viaje nunca visto a Tenochtitlan

ESPECIAL. A partir de “investigación e imaginación” se recreó el Valle de México a 500 años de distancia; se digitalizaron códices y se recrearon bodas prehispánicas para la coproducción de History, Amazón y TV Azteca.

ESPECIAL. A partir de “investigación e imaginación” se recreó el Valle de México a 500 años de distancia; se digitalizaron códices y se recrearon bodas prehispánicas para la coproducción de History, Amazón y TV Azteca.

Hernán, un viaje nunca visto a Tenochtitlan

Hernán, un viaje nunca visto a Tenochtitlan

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

¿Quién es Hernán Cortés? ¿Un asesino, un gran estratega, traidor, visionario?, “es uno de los grandes cuestionamientos que todos nos hacemos, es una pregunta que resolveremos a lo largo de cada uno de los capítulos”, expresó en entrevista con Crónica, el historiador ­César Moheno.

Hernán es una producción de dos temporadas que dará inicio este próximo 22 de noviembre por History, misma que se enfrentó a llevar a la pantalla una historia que tuvo que recrearse ante un mundo que actualmente no existe, y del que son pocos los registros de cómo era en realidad esa época.

Se han cumplido 500 años desde que Cortés pisó por primera vez tierras mexicanas, y que trae consigo un sinfín de cuestionamientos, pero sobre todo, el ver qué fue lo que pasó en aquella época. Moheno aseguró que no se negará la controversia en la que se ha visto envuelto el personaje de Hernán a lo largo de todos estos años.

De los detalles más complicados, fue recrear la ciudad de ­Tenochtitlan, ya que no queda nada y los registros son mínimos, por lo que llevó tiempo de investigación para tratar de asemejarse lo más posible a cómo era aquella comunidad. Aun así, no queda un registro clave de que fuera exactamente como se trata de plantear en la serie.

“Sólo teníamos una fotografía del Valle de México, sabíamos que había un gran lago que separaba el agua dulce y salada, y ahí se encontraba Tenochtitlan, con esa foto, pudimos descubrir cómo era la urbanística de ese lugar. Levantamos una ciudad con modelos muy bajos”, aseguró Jaime, quien fuera el encargado de la parte de escenografía.

Michel Brawn (Pedro de Alvarado), Jorge Guerrero (Xicoténcatl) y Dagoberto (Moctezuma) son algunos de los actores que forman parte del elenco, así como gente de producción como Jaime Ramos (productor), José Luis Aguilar (arte), Beto Casillas (fotografía) y Mónica (maquillaje).

“Con la historia siempre uno debe tener una relación de respeto y de miedo, partí de la historia de Cortés cuando llega a Veracruz, de cómo va para Tenochtitlan. Sabemos de la matanza de Cholula, pero en realidad no sabemos cómo eran los objetos, las casas de campaña, cómo vestían; esto hace que la serie tome una realidad y una propuesta que viene de un proceso de investigación e imaginación”, agregó José Luis Aguilar.

Conceptualmente se buscó que la parte prehispánica no se viera pequeña con la fuerza brutal que traen los españoles, y es un elemento clave de la historia y más aún, hablando de un sentido visual.

“Como contador de historias, pudimos vivir la majestuosidad de cada uno de los escenarios a través de lo que la imaginación y poca información nos permitieron crear. Creamos incluso una imagen de lo que fue una boda en el mundo prehispánico, usamos códices que los pasamos a digital y así poder llevar la mayor realidad posible”, mencionó Moheno.

La historia de Cortés es la de un ambicioso visionario que descubre a una civilización completamente distinta y nueva. Es el relato del enfrentamiento cultural entre dos pueblos muy poderosos y orgullosos de sus riquezas, que, a la vez, son testigos del descubrimiento de un nuevo mundo.

Se trata de una narración disruptiva y provocadora que genera mil imágenes, que se enfrenta a múltiples historias mientras que cuestiona lo que hasta hoy creemos conocer sobre los protagonistas del choque que cambió el futuro de toda América. Muchos de los mitos de la conquista son derribados, otros confirmados y cada espectador podrá definir de qué lado de la historia desea quedarse.

“Cuando se decide contar cualquier historia, debes elegir los momentos que permitan narrar de la mejor manera, hay cosas esenciales que no puedes dejar fuera, por ejemplo, cuando Hernán y Moctezuma se encuentran por primera vez en México, la primer reunión que tuvo con indígenas mexicanos; aprovechamos cada momento para traer a la vida cómo era todo eso”, dijo su director de arte.

Otro de los personajes que causan gran polémica es La Malinche, interpretada por  Ishbel Bautista, “es una figura muy fuerte, se usó si figura de una manera muy machista, muy misógina y de un juego político. Nadie se ha puesto a pensar en su situación y hace falta empatía,  para no juzgar a un personaje como éste; fue esclava y juzgada por mucho tiempo”, expresó la actriz.

Agregó, “hizo que la conquista en primera instancia no fuera tan violenta, no sólo como un recurso de lengua traductora, era una intérprete cultural y que aconsejó a Cortés, al grado que a él lo llamaban La Malinche. Es un enigma, ella no dejó nada escrito, todo lo que se dice de ella, es porque lo dijo un tercero, pero en verdad no sabemos”.

Se trata de una serie altamente ambiciosa: la presentación de un mundo que ya no existe, la narración en distintas tramas temporales, la crueldad de la época. Sin embargo, no se trata de una clase de historia, sino de un viaje, de una crónica de cómo vivieron estos personajes esa historia, contada por ellos, con sus emociones, con sus sentimientos.

La producción visual, tanto en las batallas, en el vestuario y en la arquitectura llevan al espectador a comprender las bellezas y riquezas de las que los americanos se sentían orgullosos y por las que los españoles mataban y masacraban.

LOS DATOS

Se hablan idiomas como el maya y el náhuatl.

Toda la producción tomó clases de idiomas por lo menos durante seis meses.

Es considerada una serie mestiza.

Una de las producciones más caras en la historia de la televisión.

Se contó con un total de 18 personas encargadas de la parte del vestuario.

Se utilizaron alrededor de 15 cambios de vestuario por personaje (aproximado de 6 mil a 7 mil prendas).

Se tocan alrededor de cinco regiones.

Se hicieron pelucas de cabello natural.

El penacho de Moctezuma fue de los más laboriosos.