Eduardo Bolsonaro, hijo del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, y el diputado más votado de la historia del país, amenazó este jueves con tomar medidas dictatoriales ante una hipotética radicalización de la izquierda en el país, que derivara en protestas como las vividas en Chile o Ecuador.

En este escenario, Bolsonaro hijo afirmó que “habrá que dar una respuesta”, que “podría ser por la vía de un nuevo ‘AI-5’”.

El diputado ultraderechista se refería al Acto Institucional 5, un paquete de medidas antidemocráticas aplicado en 1968 por la dictadura —que gobernaba desde 1964 y se prolongó hasta 1985— que se considera que abrió el período más tenebroso de la dictadura.

Las palabras de Eduardo Bolsonaro generaron un escándalo inmediato en el país, y cosecharon denuncias incluso desde dentro de su propio partido, el PSL. La diputada Joice Hasselmann, por ejemplo, criticó que “la democracia puede estar en riesgo” pero no por la izquierda, sino debido a la “radicalización del discurso” de algunos de los aliados del gobierno.

De hecho, el tono de las palabras de su hijo obligó al presidente a desautorizar sus palabras y asegurar que “quien diga eso está soñando. Él (por su hijo) es independiente, pero si dijo eso, lo lamento. Lamento mucho”, declaró Jair Bolsonaro.

Horas después, fue el propio Eduardo quien rectificó, asegurando que “no existe ninguna posibilidad de que vuelva un AI-5”.  “La oposición va a intentar usar mi declaración para llamarme dictador. Puede que haya sido una respuesta inoportuna, si volviera a hacerla la haría sin citar al AI-5, para evitar esa polémica”, agregó.

QUEJA A BRASIL. Por otra parte, el canciller argentino en funciones, Jorge Faurie, envió ayer una carta al embajador brasileño en Argentina para quejarse porque Jair Bolsonaro se negó a felicitar al próximo presidente del país, Alberto Fernández, por su triunfo en las elecciones del domingo.

Faurie lamentó además los comentarios de Bolsonaro, quien llegó a asegurar que “Argentina escogió mal” en los comicios. Por otra parte, la primera declaración de Fernández sobre Brasil fue para pedir la liberación del expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.