Opinión

Hoy, 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer

Hoy, 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer

Hoy, 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Antes de que el 8 de marzo fuese declarado por la ONU, en 1975, como el día internacional de la mujer, esa conmemoración se realizaba ya en diversos países del mundo. Su origen se sitúa en los Estados Unidos: a sugerencia de Theresa Malkiel, el Socialist Party of America (Partido Socialista de América) organizó la primera manifestación en favor de la mujer, el 28 de febrero de 1909 en la ciudad de Nueva York. Al año siguiente, a propuesta de la socialista alemana Luise Zietz, la Confederación de Mujeres de la Internacional Socialista, propuso que el día de la mujer se llevase a cabo anualmente. Esa idea fue respaldada por la líder comunista Clara Zetkin, también de nacionalidad alemana. Las delegadas, o sea, cien mujeres de 17 países, aprobaron la iniciativa a la que agregaron la demanda de igualdad de derechos incluyendo el derecho al sufragio para las mujeres.

La respuesta fue impresionante: para 1911 se calcula que un millón de personas participaron en diversas manifestaciones que tuvieron lugar en Austria, Dinamarca, Alemania y Suiza. A esto hay que agregar que en el Imperio Austro-Húngaro se registraron trescientas marchas. En Viena, la capital de ese Imperio, las mujeres enarbolaron banderas y pancartas en memoria de los mártires de la Comuna de París (un breve pero significativo experimento insurreccional autogestionario que gobernó la capital francesa del 18 de marzo al 28 de mayo de 1871). En esa ocasión las mujeres que salieron a manifestarse también exigieron tener derecho a acceder a puesto de elección popular y a desempeñar cargos públicos.

En 1913 las mujeres rusas llevaron a cabo su primera adhesión al llamado de conmemorar el día internacional de la mujer. Esto sucedió el último día de febrero, según el calendario juliano que regía en ese entonces en Rusia (posteriormente se ajustaron al calendario gregoriano que es el que actualmente rige en la mayoría de los países del mundo).

Un impulso decisivo para que este evento cobrase más importancia fue la victoria de la Revolución Rusa en 1917. Ese movimiento armado, inspirado en las ideas de Carlos Marx, reconoció el voto femenino. El Partido Bolchevique dispuso que el 8 de marzo sería un día de fiesta nacional. En esto jugó un papel decisivo Aleksandra Kolontái, perteneciente a una familia aristocrática rusa de origen ucraniano que adoptó las ideas comunistas y se adhirió al Partido de Lenin. Fue la primera mujer de la historia en ocupar un puesto en el gobierno de una nación.

Vale la pena destacar que Aleksandra Kolontái fue una luchadora incansable en favor de los derechos de la mujer. Trató, por ejemplo, el tema de la liberación sexual femenina en dos obras: La nueva mujer y El amor en la sociedad comunista.

Si bien es cierto que las primeras luchas en favor de la igualdad de la mujer tuvieron una fuerte reivindicación dentro de los movimientos socialistas y comunistas, también es cierto que conforme avanzó el siglo XX y, en especial, al terminar la Segunda Guerra Mundial el esfuerzo por reivindicar el papel de la mujer en nuestras sociedades fue tomado por los países democráticos.

El tema principal fue, entonces, la exigencia del derecho al voto (que ya había estado presente en épocas anteriores, simplemente recordemos a la “Ladies Petition” de Emily Davies y Elizabeth Garret Anderson y la Sociedad Nacional pro Sufragio de la Mujer (1866) en Inglaterra, encabezada por Lidia Becker) y la igualdad de género. Como dice Norberto Bobbio, uno de los ideales de la democracia es “la renovación gradual de la sociedad mediante el libre debate de las ideas y el cambio de mentalidad y la manera de vivir; únicamente la democracia permite la formación y la expansión de las revoluciones silenciosas, como ha sido en estas últimas décadas la transformación de la relación entre sexos, que es quizá la mayor revolución de nuestro tiempo.” (El futuro de la democracia, México, FCE, 2014, p. 47).

Pero hoy la democracia junto con los derechos de la mujer se encuentra bajo asedio. Esa amenaza viene de los regímenes populistas.

Recordemos, simplemente, la “Marcha de las Mujeres en Washington” que se llevó a cabo el 21 de enero de 2017, es decir, un día después de que Donald Trump tomara posesión como Presidente de los Estados Unidos.

En la capital norteamericana se reunieron cerca de medio millón de personas para protestar por la llegada de un misógino a la Casa Blanca.

En realidad esa marcha se convirtió en la Women’s March Global (Marcha Global de las Mujeres). Y es verdad: hubo 673 marchas en 87 países que se hermanaron con la de Washington.

Hoy en México las mujeres están enfrentando severos problemas: el feminicidio (cada día se registran 10 asesinatos por motivos de género). Se han retirado los fondos para las estancias infantiles y están en peligro de desaparecer los refugios para mujeres que han sufrido violencia.

Aún se puede corregir esa decisión. Como dice Federico Reyes Heroles: rectificar no es sinónimo de debilidad; la rectificación en realidad es honra. (“Ceder” en Excelsior, 26/II/2019).

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