Opinión

Igualdad de género

Igualdad  de género

Igualdad de género

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Soy de las personas que creen  y afirman  que  la diferencia entre hombre y mujer es exclusivamente física.

Todos pertenecemos a la misma especie. Aproximadamente la mitad de los seres humanos son hombres y la mitad, mujeres.

Creo en la igualdad de las capacidades intelectuales, emocionales, creativas y de desarrollo para ambos sexos. Pienso que tanto hombres como mujeres deseamos en el fondo lo mismo, es decir, sentirnos reconocidos, aceptados y amados por nuestros semejantes.

Ambos sexos tenemos la capacidad de discernir entre lo verdadero y lo falso, lo bello y lo feo, lo bueno y lo malo. Igualmente, podemos visualizar lo grande y lo pequeño, lo cercano y lo lejano.

Sostengo que ambos sexos tenemos intuición, intelecto y sentido pragmático y  que podemos aplicarlos en cualquier tipo de circunstancias. Que los conceptos, imágenes o detalles son captados por igual por las dos partes. Que los valores, principios y experiencias que vivimos, sólo se diferencian por la educación que cada persona  posee. Sin embargo también hay que tener conciencia de que ambos sexos  reaccionamos de diferentes formas en los procesos afectivos, de acuerdo con las condiciones internas por las que atravesamos  en ciertos  momentos.

Es un hecho cotidianamente corroborable que ante las desgracias naturales, los hombres y las mujeres muestran la misma compasión y misericordia por sus semejantes; Por otra parte, la historia nos muestra que las aberraciones humanas se han cometido indistintamente por hombres y por mujeres.

Las personas de uno u otro sexo temen a la enfermedad y a la muerte de igual manera y, ambos son capaces de realizar alianzas con sus congéneres.

Es un mito que el hombre funcione o reaccione más lógica y prácticamente que la mujer y que esta última sea más emocional y sensible. No creo que las mujeres sean débiles y dulces de carácter y los hombres sean fuertes y violentos por naturaleza. He conocido hombres sumamente débiles que se han dejado maltratar emocional y hasta físicamente por las mujeres. Y he conocido mujeres tremendamente fuertes de carácter que jamás han permitido que nadie les falte al respeto, y han mantenido su dignidad intacta. La historia nos ha demostrado que han  existido hombres con una gran sutileza de corazón y mujeres de una maldad insospechada.

Por lo tanto, es en la defensa de los derechos que intrínsecamente nos asisten como seres humanos y en la creación de igualdad de oportunidades en donde se puede y debe trabajar para erradicar los criterios discriminatorios.

Todos tenemos los mismos derechos, pero al ejercitar los nuestros debemos pensar en los de los demás. Si la justicia se aplica correcta e igualitariamente, sin prejuicios de ninguna índole, los impartidores de justicia obtendrán el reconocimiento de la sociedad en su conjunto, que estará fluyendo de forma más armoniosa.

Mail: corzoalma17@yahoo.com