Guatemala celebró este domingo unas elecciones generales en las que más de 8 millones de personas, preocupadas por la migración, la pobreza o la corrupción, estaban llamadas a las urnas para elegir, entre otros cargos, a su futuro presidente.

Después de once horas de una larga jornada electoral, los centros de votación cerraron sus puertas a las 6 de la tarde, hora local, y el Tribunal Supremo Electoral (TSE) puso a cero el sistema de cómputo para empezar con el escrutinio de papeletas, un proceso que se prevé largo por la numerosa lista de partidos que compiten. Al cierre de la edición no se habían arrojado resultados provisionales.

El presidente del TSE, Julio Solórzano, reconoció que se prevé una alta abstención, pero aceptó que ésta es “una forma que los ciudadanos tienen de manifestarse en contra del sistema”.

Sin embargo, la jornada estuvo marcada no por la votación sino por varios incidentes violentos sucedidos a lo largo del día en distintos municipios.

En San Jorge, en el departamento de Zacapa, las autoridades se vieron obligadas a suspender las elecciones desde la mañana, por la renuncia de la junta electoral local, que denunció haber recibido amenazas de muerte de grupos de ciudadanos inconformes. Además, en Esquipulas Palo Gordo, en San Marcos, ciudadanos se enfrentaron a la policía después de que los vecinos cerraran un colegio electoral mientras denunciaban que algunas personas habían sido “acarreadas” en autobuses y camionetas para llegar a votar.

Ahí, Solórzano también explicó que se tendrán que repetir los comicios y llamó a la población a no entrar en conflicto porque los votos de ayer ya no cuentan.

Además, el rector del TSE anunció que analizan la situación en otro municipio, Las Cruces, en Petén, donde también se registraron actos violentos.

INCERTITUD. A falta de los resultados del escrutinio, la favorita en los comicios es la exprimera dama Sandra Torres, de la socialdemócrata Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Torres se perfila como la primera candidata en la segunda vuelta que a buen seguro se celebrará el 11 de agosto.

La segunda plaza se espera que se la disputen entre Alejandro Giammatei (centroderecha), Roberto Arzú (ultraconservador), Edmont Mulet (centro) y la líder indígena Thelma Cabrera (izquierda).

AUSENTE. Parte de la fragmentación de las candidaturas y la alta abstención se explica por la decisión, muy cuestionada, del TSE de prohibir presentarse a los comicios a la exfiscal general guatemalteca Thelma Aldana, gran favorita y artífice de la encarcelación por corrupto del expresidente Otto Pérez Molina tanto como de las investigaciones contra el actual mandatario, Jimmy Morales.