La esperpéntica situación que se vivió este martes en Ankara, durante la visita de los representantes de la Unión Europea, no ha hecho más que recoger indignación entre los socios europeos.

En la escena, Ursula Von der Leyen, presidenta de la poderosa Comisión Europea (CE) de la UE quedó relegada, primero de pie y luego a un sofá lateral, mientras el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, se sentaban tranquilamente en sendas sillas.

Ante esta situación, el primer ministro italiano, Mario Draghi, lamentó hoy "la humillación" por parte de Erdogan, pero aseguró que es necesario cooperar con "dictadores" como él. "No comparto en ningún modo el comportamiento de Erdogan con la presidenta Von der Leyen. Lo he lamentado muchísimo por la humillación que ella ha tenido que sufrir", señaló Drgahi.

Von der Leyen esperaba recibir el mismo trato que Michel en la reunión y el portavoz jefe de la Comisión Europea, Eric Mamer, incidió este miércoles en que "debería haber recibido exactamente el mismo asiento" en términos de protocolo.

“DESPRECIO A LAS MUJERES EN GENERAL"

Entre tanto, aunque en el momento Michel no hizo nada por defender a Von der Leyen ni enfrentó a Erdogan por el trato machista a la primera jefa mujer de la CE, este jueves el político belga aseguró que lamenta “profundamente” lo que calificó como imagen “desastrosa”.

Michel admitió que lo que se vio generó una impresión de "desprecio" hacia Von der Leyen y "a las mujeres en general", en una entrevista con el canal LN24.

“SOFAGATE"

Bautizado como "sofagate", el asunto ha provocado una ola de indignación entre los principales grupos del Parlamento Europeo en Estrasburgo, Francia, que han pedido este jueves que ambos mandatarios comparezcan ante el plenario para aclarar lo sucedido.

Pero también ha creado una gran cantidad de críticas en la prensa, lo que ha obligado a Michel a dar explicaciones. Lo hizo primero el miércoles en la noche en su página de Facebook, y luego este jueves en la entrevista en LN24.

MICHEL SE JUSTIFICA

Michel aseguró que no intervino en aquel criticado momento porque podría haberse interpretado como un gesto "paternalista" por su parte y porque tuvo la "intuición" de que podría haber provocado "un incidente aún más grave" y arruinar los esfuerzos diplomáticos llevados a cabo durante meses para encauzar las relaciones de la UE con Turquía.

El jefe del Consejo Europeo, aseguró, sin embargo, que si pudiera volver atrás habría cambiado la disposición de las sillas y añadido una más para Von der Leyen.

TURQUÍA SE LAVA LAS MANOS

En cambio, la respuesta turca al incidente ha sido muy diferente. En un mensaje que, ante la indignación europea, amenaza con tensar aún más las relaciones entre Ankara y Bruselas, y cumplir los temores de Michel, el gobierno turco aseguró este jueves que cumplió el protocolo diplomático.

"Las demandas de la UE se cumplieron durante la reunión que tuvo lugar en la oficina de nuestro presidente, punto final", dijo en rueda de prensa el canciller de Erdogan, Mevlüt Çavusoglu, ignorando las implicaciones machistas de la escena.

Con información de EFE y El Confidencial.