Opinión

Instituto Chucho El Roto

Instituto Chucho  El Roto

Instituto Chucho El Roto

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
“Quien ostenta el poder absoluto se cree capaz de sustituir la realidad por otra que se avenga a sus designios"

Sergio Ramírez,

escritor nicaragüense

El pasado 1 de julio, en el informe de actividades del Presidente de la República, se enlistó como uno de los logros de la Cuarta Transformación el éxito del llamado “Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado”.

Este nuevo organismo trae a la imaginación las aventuras del legendario y generoso bandido, Jesús Arriaga, mejor conocido como Chucho El Roto, quien convertido en un astuto ladrón y estafador, utilizaba su inteligencia para robar a los ricos y socorrer a los pobres.

Desafortunadamente, a diferencia de este héroe popular, del cual hay registros de sobra que avalan su historicidad, el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado no existe más que en el discurso.

Si bien el pasado 21 de mayo, durante la conferencia mañanera, se hizo el anuncio de que el titular del SAE, Ricardo Rodríguez Vargas, sería también el director del nuevo instituto. De acuerdo con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, no hay ningún presupuesto asignado para un organismo de esa denominación.

En el Senado se comenta que la creación de esta dependencia se planteó como parte de la reforma de Extinción de Dominio, pero no hubo unanimidad y fue modificado.

Más allá del nombre del nuevo organismo, lo importante de esta reforma es que se está dotando a las autoridades de una poderosa herramienta para combatir al crimen organizado. Sin embargo, llama la atención el manejo político que en este caso se pretende hacer de la enajenación de bienes.

Crear entidades de palabra y repartir nombramientos al calor de la plaza pública es una muy mala práctica que termina debilitando a las instituciones, cuando lo que debemos hacer es trabajar para fortalecerlas .

Chucho El Roto decía que él había robado “para aliviar el infortunio de los desventurados” y es muy probable que sus acciones de verdad hubieran ayudado a los más necesitados, pero los hombres pasan... tal vez si el bandido generoso hubiera apostado por dejar alguna institución como legado, hoy quedaría algo más de él que la simple memoria de su nombre y las historias de sus buenas intenciones.

@jorgegavino