Opinión

Invitado de piedra

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La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Invitado de piedra

Morena llega al arranque del periodo ordinario de sesiones del Congreso con dos dirigencias nacionales antagónicas, lo que equivale a no tener ninguna.

De modo que el partido en el poder será un convidado de piedra a la hora de definir la agenda legislativa, lo que se hará entre los coordinadores parlamentarios y el presidente, como si no hubiera partido.

Se ha dicho que Morena no es un partido, sino un movimiento, pero lo cierto es que ante el choque de fuerzas en su interior ya ni siquiera se mueve, está paralizado.

El problema de fondo es que no hay a la vista una ruta de solución. Su fundador, primer dirigente y ahora presidente de la República, López Obrador, dice una y otra vez que no quiere meter la mano.

Como intención es loable, pero si él no inyecta un principio de orden, Morena se puede desmoronar a poco más de un año después de haber asumido el poder.

El PRI apoya el Insabi

A pesar de andan de capa caída, los gobernadores del PRI no han perdido el apetito.

Ayer fueron todos en bola a comer con el presidente López Obrador a Palacio Nacional.

A diferencia de sus colegas del PAN, los gobernadores del PRI no han querido forjar un frente opositor al gobierno federal, sino que quieren llevar la fiesta en paz.

De hecho la nota ayer fue que ellos, los prisitas, están listos para apoyar con todo la puesta en marcha del polémico Instituto Nacional de Salud para el Bienestar. A ellos sí les gusta.

El presidente se tomó la foto con cada uno y los testigos dicen que tuvo un bonito gesto al no invitar a Santiago Nieto a la comida.

Ni entonces ni ahora

El operativo de control de daños por la decisión de no querer dialogar con los líderes de la marcha por la paz no controla nada y causa más daño.

En un intento por justificar su omisión, el presidente López Obrador dijo que en su momento Javier Sicilia no criticó a Genaro García Luna, secretario de Seguridad en el sexenio de Calderón.

El mandatario está en un error. Sicilia no sólo lo criticó sino que exigió su renuncia en un mitin en zócalo, ante 70 mil personas, realizado en mayo del 2011.

Ahí el poeta dijo: “Antes de iniciar la lectura de mi discurso, quiero pedir la renuncia de García Luna. Con esa renuncia el presidente Calderón enviará el mensaje de que sí escucha a las víctimas”. Eso dijo.

A las víctimas no las escucharon entonces, ni las escuchan ahora.

El refranero del subsecretario

El Twitter dice: “A chillidos de cerdo, oído de carnicero”.

Fue el refrán elegido por el subsecretario Ricardo Peralta de Gobernación, unas horas después de que concluyó la llamada Caravana por la Paz.

Ante la indignación que ocasionó, el funcionario federal dijo que se trató de una coincidencia que él hablaba de otra cosa.

Su explicación lo delató porque agregó, “respeto la libertad de expresión incluso de personajes obsesionados por la calumnia y la difamación".

Qué personajes y cuáles calumnias son preguntas que el alto funcionario federal no contestó. Seguro en Bucareli lo mandaron al rincón de cara a la pared.

pepegrillocronica@gmail.com