El viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Abás Araqchí, aseguró ayer que Irán está dispuesto a negociar con las monarquías árabes del golfo Pérsico —incluido su archienemigo, Arabia Saudí—, pero avisó que no lo hará con Estados Unidos, en respuesta al anuncio desde Tokio del presidente Donald Trump de que es posible alcanzar un acuerdo con el régimen islámico.

“No hay conversaciones directas o indirectas con EU, pero estamos preparados para negociar con todos y cada uno de los países del golfo Pérsico”, dijo el vicecanciller persa, quien ayer comenzó una gira regional en Omán, un país tradicionalmente neutral y con buenas relaciones con Irán, y que a continuación le llevará a Kuwait y a Catar.

Tras el anuncio de EU de sanciones contra el petróleo iraní, se han producido en las últimas semanas un sabotaje a cuatro petroleros en un puerto emiratí, un ataque a un oleoducto saudí y un disparo de un proyectil contra la Zona Verde de Bagdad, lo que ha hecho saltar las alarmas.

Bendición rusa. Rusia consideró un posible “primer paso” la propuesta de Irán de alcanzar un “acuerdo de no agresión” con los países árabes del golfo.

“Un pacto de no agresión puede ser el primer paso para reducir las tensiones. Consideramos que esto es muy apropiado”, declaró el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, en una rueda de prensa conjunta con el canciller cubano, Bruno Rodríguez.

Como garantes de este pacto podrían fungir la Liga Árabe o los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, dijo Lavrov, en un intento de atraer el interés de EU.