Opinión

Juventudes y cooperativismo: hacia el liderazgo por la democratización económica y contra el neoliberalismo

Juventudes y cooperativismo: hacia el liderazgo por la democratización económica y contra el neoliberalismo

Juventudes y cooperativismo: hacia el liderazgo por la democratización económica y contra el neoliberalismo

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En el artículo anterior, con motivo del Día Mundial de las Habilidades de la Juventud, celebrado internacionalmente el pasado 15 de julio, hablamos sobre las competencias laborales y didácticas que el mercado de trabajo exige a nuestras juventudes para poder integrarse a él. Y nos referíamos también a las percepciones divididas que se tienen respecto al papel de la educación en este tema: unos potencializan su función como generadora de competencias para el crecimiento económico, el progreso social y el desarrollo sustentable; otros, como el proceso mediante el cual se filtra y distribuye a los jóvenes en el andamiaje social y laboral, de acuerdo con sus posibilidades más que con sus capacidades, lo que determina realmente su inserción laboral en el sector privado o público.

En este sentido se calcula que en América Latina existen más de 20 millones de jóvenes entre 15 y 24 años de edad que se encuentran en situación de desigualdad social que no les ha permitido ingresar al mercado de trabajo y que de una u otra manera han sido excluidos de la educación. Y es que el neoliberalismo como modelo económico ha provocado cambios estructurales de fondo en la economía a nivel mundial, regional, nacional y local, fomentando el libre mercado y la ­de­sarticulación de las empresas e instituciones estatales, facilitando la inserción de capital privado, sobreexplotando los recursos y acrecentando las desigualdades sociales, en las que las juventudes han llevado la peor parte.

Sin embargo, con la transformación sustantiva que está operando en nuestro país, hace tiempo que paradigmas emergentes nos colocan ante una nueva forma de conocer y pensar el mundo, la humanidad y la sociedad, pero en particular las juventudes, las cuales con una visión holística y contextual de su realidad económica, política y social, han sabido encontrar opciones que de manera organizada puedan resolver la problemática de desempleo y faltas de oportunidades de desarrollo económico, y, que a la vez, satisfagan sus necesidades y expectativas ante un mercado de trabajo cada vez más exigente, selectivo y excluyente.

Una de esas alternativas y área de oportunidad que tienen las juventudes para el desarrollo y aplicación de sus competencias (en el contexto de un nuevo proyecto de Nación, a cuya realización apunta la Cuarta Transformación, que se ha puesto en marcha con el actual Gobierno de la República) es la que se inscribe en la economía solidaria, dentro de la cual se inscribe el cooperativismo como un movimiento asociativo y autónomo, en el que voluntariamente se han unido individuos para hacer frente a sus necesidades y aspiraciones económicas, sociales, culturales y educativas a través de una empresa de propiedad conjunta y democráticamente controlada, en la que la educación financiera y la formación técnico-administrativa de sus integrantes están basadas en procesos no burocráticos de igualdad, equidad y justicia, pero también en principio profundamente humanistas y valores altamente solidarios.

Resulta entonces que el cooperativismo representa ese espacio adecuado, necesario y pertinente que las juventudes deben explorar para conjuntar y potenciar indisolublemente la práctica y desarrollo de sus competencias laborales y didácticas con los principios y valores señalados anteriormente para su educación y formación permanente, que, con un modelo de participación e integración internacional, regional y local, las juventudes puedan asumir el liderazgo de la lucha contra el neoliberalismo y sus negativas consecuencias para la población en su conjunto, a través de la creación de comités juveniles, que deberían ser retomados o incluidos ahora en el enfoque pedagógico de la Nueva Escuela Mexicana.

En este sentido, cabe señalar que actualmente en México de las cinco cooperativas mexicanas registradas en organización Cooperativas de las Américas, Región de la Alianza Cooperativa Internacional, únicamente la denominada Confederación Nacional Cooperativa de Actividades Diversas de la República Mexicana, cuenta exprofeso con un Comité Juvenil de Cooperativas que ha intercambiado experiencias con otras organizaciones del continente, así como con el Comité de Juventud Cooperativo de México, las que a la vez mantienen relación con otras de América Latina.

Sin embargo, nadie de manera aislada y fragmentada podrá avanzar hacia un objetivo en común. Para las juventudes que ha enfrentado con inteligencia, fortaleza, y disciplina una realidad lacerante y regularmente obstructiva de sus expectativas, los retos a vencer, los desafíos que hay que asumir y las alternativas a explorar o edificar, resultan menos que grandiosos si como sujetos dinámicos e interactivos las juventudes establecen, entre sus complejas interrelaciones, aquellas que les permitan, con un liderazgo asertivo, establecer compromisos comunes y de corresponsabilidad con sus respectivas autoridades, en una unidad global, siendo las políticas públicas el puente relacional entre las juventudes y gobiernos.