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Kamala Harris revienta el duopolio Biden-Sanders

Rumbo a la Casa Blanca. La gran triunfadora del primer debate de aspirantes demócratas recoge el voto de negros e hispanos, mientras pone nerviosos no sólo a los dos favoritos para alzarse con la candidatura presidencial demócrata, sino a los miembros del clan Trump

Rumbo a la Casa Blanca. La gran triunfadora del primer debate de aspirantes demócratas recoge el voto de negros e hispanos, mientras pone nerviosos no sólo a los dos favoritos para alzarse con la candidatura presidencial demócrata, sino a los miembros del clan Trump

Kamala Harris revienta el duopolio Biden-Sanders

Kamala Harris revienta el duopolio Biden-Sanders

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Que la senadora estadunidense Kamala Harris se ha convertido de la noche a la mañana en una peligrosa aspirante presidencial no lo anuncian sólo las encuestas, algunas de las cuales la sitúan por delante de Bernie Sanders e incluso en empate técnico con el favorito Joe Biden, sino que es peligrosa también para la ambición de los Trump de seguir ocupando la Casa Blanca cuatro años más.

La última jugada sucia para atacar a sus potenciales rivales la protagonizó Donald Trump junior, cuando retuiteó el mensaje de un supremacista, en el que ponía en duda la legalidad de que Harris pueda competir en las elecciones de 2020: “No es negra estadunidense; es mitad india (por su madre) y mitad jamaiquina (por su padre). Estoy cansado de que roben a Estados Unidos”. En respuesta al mensaje, que colgó en su cuenta de Twitter para que lo viesen sus millones de seguidores, el hijo del presidente de EU escribió: “¿Será verdad? ¡Guau!”.

La táctica es la misma usada por su padre cuando alegaba que Barack Obama no podía ser presidente porque su papá era de Kenia. Pero, si lo que intentaba Trump junior era perjudicar las aspiraciones de Harris, ha ocurrido el efecto contrario: una subida espectacular del voto negro en favor de la aspirante californiana. El mérito, sin embargo, no es del xenófobo hijo del mandatario republicano, sino de la torpeza del rival que más teme su padre: Joe Biden.

El decisivo voto negro. Dos encuestas realizadas entre el viernes 28 de junio —un día después del primer debate de aspirantes demócratas—, y el lunes 1 de julio, alertan de un brusco trasvase de votos de Biden a Harris entre el electorado afroamericano, considerado clave para quien quiera convertirse en candidato presidencial.

La encuesta de Reuters/Ipsos revela que dos de cada 10 afroamericanos quieren que el exvicepresidente de EU sea el que compita contra Trump por la Casa Blanca. En el último sondeo, efectuado en junio, la cifra era de cuatro de cada 10 votantes. La encuesta de la Universidad de Quinnipiac para NBC arroja un resultado similar. Tras el debate, el apoyo a Biden entre los negros se redujo a 31%, mientras que en junio era del 48%. Por el contrario, Harris vio aumentar su apoyo del 11% al 27%.

En menos de 5 minutos, Biden perdió la mitad del caudal de votos afroamericanos heredado del tiempo en que él fue el vicepresidente de Obama, el primer presidente negro de la historia de EU. Ante millones de televidentes e internautas, Biden balbuceó y no supo responder al duro ataque de Harris, quien le recordó su cooperación con grupos segregacionistas cuando era un joven legislador y su oposición a la integración racial en las escuelas en la década de 1970. “Yo era una de esas niñas” le acusó en un dramático alegato antirracial.

“Fenómeno K”. “El liderazgo de Biden, quien alguna vez fue dominante, se ha evaporado”, asegura Mary Snow, responsable del sondeo de Quinnipiac, que revela el acusado desgaste del liderazgo de Biden entre el votante demócrata, que en un mes pierde 8 puntos hasta un 22% de apoyo, y el momentum de Harris, que logra ya un 20% y sobrepasa por primera vez a Bernie Sanders, quien con un 13% es superado también por otra mujer, ­Elizabeth Warren (14%), cuyo plan para gravar con más impuestos a los millonarios sorprendió incluso al veterano senador socialista.

En la encuesta de junio de Quinnipiac, Biden había recibido el apoyo del 30% de los votantes demócratas, al tiempo que Sanders tenía el 19%, Warren el 15% y Buttigieg el 8%. Harris tenía apenas el 7%.

El “Fenómeno K” tiene incluso una variante menos explicable: el creciente apoyo de Kamala Harris entre el votante latino, teniendo en cuenta que sus propuestas sobre la cuestión migratoria no difieren sustancialmente del resto de sus rivales.

Según el ranking de Univisión, los seis candidatos favoritos de los hispanos, antes del debate, eran: 1º Joe Biden, 2º Bernie Sanders, 3º Julián Castro, 4º Beto O’Rourke, 5º Elizabeth Harris y 6º Kamala Harris. Tras el segundo debate se produjo un vuelco: 1º Kamala Harris, 2º Julián Castro (ganador del primer debate), 3º Joe Biden, 4º Bernie Sanders, 5º Elizabeth Warren y 6º Beto O’Rourke.

La explicación más plausible es que la victoria de Harris en el primer gran duelo demócrata ha generado un enorme impacto publicitario y una corriente de simpatía hacia su candidatura, de la que no escapan los hispanos, como posiblemente tampoco las mujeres.

Sin embargo, nadie puede cantar victoria a siete meses para que comience la temporada de primarias. Cuando se le pregunta al votante demócrata quién será el candidato, la gran mayoría señala a Biden, la media de encuestas que recoge el portal especializado ­FiveThirtyEight mantiene como favorito al exvicepresidente, pero también es cierto que todos los indicadores apuntan a una tendencia a caer del favorito y una tendencia a subir de Harris.

Debate el 30 y 31 de julio. El segundo duelo demócrata tendrá un formato muy parecido al primero —dividido en dos tandas por sorteo, los días 30 y 31 de julio—, pero será clave de cara al debate de septiembre, en el que quedarán fuera los que no sumen un 2% de apoyo en al menos tres encuestas avaladas por el Comité Nacional Demócrata.

Siete tienen ya el pase asegurado, los cuatro grandes favoritos, según la encuesta de ayer del ­Washington Post —Biden, Harris, Sanders y Warren—, además de Joe Buttigieg (el primer aspirante abiertamente gay), Beto O’Rourke, y otro afroamericano, Cory Booker.

El único candidato de ascendencia mexicana, Julián Castro, suma dos encuestas en las que obtiene un dos por ciento de apoyo, por lo que no tendría problema para pasar a una tercera ronda, si logra en el segundo debate un desempeño parecido al primero.

El resto, incluidas figuras conocidas, como el alcalde de Nueva York, ­Bill de Blasio, deberá ver el tercer debate desde la televisión de su casa y pensar en la retirada, a no ser que logre algo parecido a ese “fenómeno K” que podría llevar, por primera vez, a una mujer negra a competir por la Casa Blanca.

fransink@outlook.com