Cultura

El Gobierno destruyó el Seguro Popular; “no era perfecto, pero trajo muchos beneficios”

Entrevista: El exsecretario de Salud, Julio Frenk, presenta su reciente libro Salud: Focos rojos. Retroceso en tiempos de la pandemia y señala que la desaparición del Seguro Popular significa regresar a 50 millones de mexicanos a una situación de gastos catastróficos: familias que se arruinan económicamente cada año porque un miembro se enferma

El Gobierno destruyó el Seguro Popular; “no era perfecto, pero trajo muchos beneficios”

El Gobierno destruyó el Seguro Popular; “no era perfecto, pero trajo muchos beneficios”

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La desaparición del Seguro Popular regresa a 50 millones de mexicanos a una situación de gastos catastróficos, es decir, familias que se arruinan económicamente cada año porque un miembro de la familia se enferma. Ésa es una de las reflexiones que plantea el médico Julio Frenk Mora (Ciudad de México, 1953) en su reciente libro Salud: Focos rojos. Retroceso en tiempos de la pandemia.

La obra editada por Debate reúne ensayos que el también miembro de El Colegio Nacional ha escrito desde 2018 donde comparte propuestas para que el acceso a la salud sea universal.

“En vez de construir sobre lo que había y corregir lo que no funcionaba bien, que era la forma en que se podía avanzar, (esta administración) decidió destruir un mecanismo que no era perfecto pero que había traído muchos beneficios: el Seguro Popular”, indica en entrevista.

El Seguro Popular arrancó en 2003 con un diagnóstico hecho por expertos en salud, entre ellos, Frenk Mora.

“Empezamos con un diagnóstico. El sistema de salud estaba sub financiado, México dedicaba 5.2 por ciento del PIB a salud cuando el promedio latinoamericano era del 7 por ciento. Hicimos una serie de estudios cuidadosos porque detectamos la presencia de algo muy grave que se llama gastos catastróficos, eso nadie lo había estudiado en el país y había entre 3 y 4 millones de familias que se arruinaban económicamente cada año porque un miembro de la familia se enfermaba”, expresa.

En 2001 la mitad de la población, 50 millones, no tenían seguridad social, entonces cuando alguien de esas familias se enfermaba tenía que pagar de su bolsillo, se acaban su dinero y aun así no podían costear los gastos médicos. El resultado: la gente moría, añade el también rector de la Universidad de Miami.

“Creamos el Seguro Popular para darle una opción de seguro público a estas 50 millones de personas que no son los informales como se ha dicho, eran los trabajadores no asalariados y su familia. El primer grupo: los campesinos y toda la gente que trabaja por cuenta propia, los pequeños comerciantes y los profesionales”, indica.

A lo largo de los 18 años que estuvo en vigencia el programa, se afiliaron 58 millones de personas; además, fue el programa más evaluado tanto nacional e internacionalmente en la historia de México, agrega Frenk Mora.

“Remedió el subfinanciamiento que había en 2001. Ese mecanismo fue lo que el gobierno desmanteló y ahora que no hay dinero —al contrario, se redujeron los presupuestos—, lo reemplazaron por el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), pero no es un seguro, es un aparato para prestar los servicios y la pregunta es ¿cómo se financia?, es una pregunta que ya no tiene respuesta”, advierte.

La exposición de motivos que desmanteló el Seguro Popular y creó al Insabi fue hecha al vapor, comenta Frenk Mora.

“Si uno lee la exposición de motivos y si fuera el ensayo de uno de mis alumnos, lo reprobaría. No hay un sólo número, no hay un sólo diagnóstico y todo es ideología, todo son sus supuestos”.

FONDO NACIONAL DE SALUD. Julio Frenk Mora recuerda las palabras del presidente: México tendría un sistema de salud como el de Dinamarca, las cuales, reconoce, no son un mal objetivo.

“La idea de que México debería de aspirar a un sistema de salud como Dinamarca es una buena idea. El Insabi es lo contrario de eso. Parece como que el presidente dice una cosa: quiere llegar a Dinamarca, pero la ley que aprueban es el tren que nos lleva a Corea del Norte o Cuba donde hay sistemas parecidos al Insabi, y que en la mayoría de los países ya no existe”, indica.

Frenk Mora sugiere empezar de nuevo. “Hay tiempo para que este gobierno enmiende el rumbo, que haga una consulta con criterios técnicos, no ideológicos, que diseñe un sistema parecido al de Dinamarca. Reto a cualquier miembro de la administración que me diga en qué forma se parece el Insabi al que hay en Dinamarca”.

Otro tema que aborda el médico en el libro es la ineficiencia del gasto, mal que se expresa en las largas filas de espera y la falta de medicamentos en clínicas y hospitales públicos. La propuesta de Frenk Mora es crear un fondo nacional de salud.

“En México lo que era más grave es que (la atención) dependía del trabajo que tuvieras. Si tenías un trabajo asalariado tenías seguridad social (IMSS o ISSSTE), entonces el Seguro Popular se creó para los no asalariados, para eliminar la vinculación entre seguro de salud y trabajo. Ahora volvemos a dejar a la gente más pobre de México sin seguro, volvemos a lo que había en los años 70 del siglo pasado”, asegura.

Ese sistema centralizado divide a los mexicanos en derechohabiente y derechocarecientes, situación que el Insabi no soluciona.

“¿Por qué no integrar un sólo fondo nacional de salud? Permitiría a la gente ir al establecimiento de salud que más le convenga, el que le queda más cerca y no como el que ahora tenemos: un sistema segmentado donde hay hospitales para los del IMSS, hospitales para los del ISSSTE y estatales para el resto de la gente. Así no es como funciona Dinamarca”, expresa.