La exposición Helioflores, conformada por más de 400 piezas, es una revisión la historia de México de los últimos 50 años mediante el dibujo, aseguró el curador de la muestra, Rafael Barajas El Fisgón.

La muestra, que permanecerá  hasta el 23 de febrero del 2020 en el Museo del Estanquillo, reúne la obra de casi sesenta años de trayectoria de Helio Flores, a quien sus colegas Rafael Pineda Rapé, José Hernández y Rafael Barajas definieron como uno de los mejores caricaturistas mexicanos, ícono de la síntesis de una idea en imagen.

Entre las piezas destacan algunos bocetos,  una sala dedicada a la narración gráfica para niños Las aventuras extravagantes del infante patatús, y las caricaturas del diario, desde la primera que publicó, de la cual sólo se conserva un recorte de periódico, hasta las más recientes, hechas de manera digital.

Helio Flores explicó que uno de los criterios de selección de estos trabajos, para su primera exposición individual,  fue que tuvieran cierta actualidad, “por la situación o personajes que participan, o incluso por la manera de armar la caricatura”.

Manifestó que es un gran honor mostrar sus trabajos en este recinto, emblemático del trabajo caricaturista en México, y ahondó en los tres requisitos de la caricatura: contenido, dibujo y humor.

“Claro que hay muchas maneras de expresarlo. Por ejemplo, en el contenido sobre todo si es político, hay diferentes opiniones, todas son válidas siempre y cuando se hagan honestamente. El dibujo es el medio, el instrumento para expresar la idea. También hay infinidad de maneras de dibujar. Lo mismo puede ser elaborado que sencillo, lo que sí es importante es aprender a dibujar”, dijo.

El artista recalcó que esto no significa que un dibujo bueno deba ser preciso o realista, “sino que cumpla con el requisito de expresar lo que el dibujante quiere decir, y lo mismo puede ser un dibujo complicado que uno muy sencillo”.

De igual manera, continuó, hay una variedad infinita de sentidos del humor. Si bien es difícil señalar en qué punto falta, o en qué punto se encuentra, considera que es parte esencial de la caricatura.

“No digo que la caricatura debe provocar risa o carcajadas, hay un humor menos aparatoso que también es muy válido. Hay muchas maneras de expresar el humor pero sí debe tenerlo la caricatura, ya sea por lo que expresa o por el dibujo mismo”, comentó.

Por su parte, Henoc de Santiago, titular del Museo del Estanquillo, expresó que esta exposición es una deuda pendiente del recinto, que en 2017 le entregó a Helio Flores el premio Gabriel Vargas a la trayectoria como caricaturista, motivo importante para mostrar su trabajo.

También señaló  la profunda admiración que Carlos Monsiváis profesaba al caricaturista, recalcando la pertinencia de esta exhibición. “Cada uno de los cartones es una joya y como él dice: los sexenios pasan pero las situaciones se mantienen”.

Barajas añadió que en el trabajo de Flores se encuentran  muchas caricaturas ya viejas que hoy vemos como algo natural, asimiladas en nuestra vida, y que sin embargo siguen sorprendiendo por su calidad y vigencia.

“Es uno de los periodistas más importantes del país, fue parte de esta generación que rompió con las lógicas de la vieja caricatura. Él fundó la caricatura contemporánea mexicana, y ha sido uno de los grandes narradores del país en fechas recientes. Una parte importante del sentido común que hoy tenemos, se la debemos a él”.