Opinión

La Conquistadora María Estrada

La Conquistadora María Estrada

La Conquistadora María Estrada

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

En el marco de los 500 años de la caída de México Tenochtitlan, que se cumplieron hace pocos días, resulta interesante recordar a una mujer que acompañó a Hernán Cortes durante casi todo el proceso de la conquista; hablamos de María Estrada, a quien cita Bernal Díaz del Castillo, y que es un personaje casi no mencionado ni estudiado en la historia.

Ella se convirtió en la primera hacendada de la Nueva España por méritos propios, sin que hubiera heredado del marido alguna hacienda, títulos o alguna propiedad. Su labor no se limitó a hacer tortillas o guisar para la tropa, aunque posiblemente se haya enrolado en la expedición con esos fines, pero la propia evolución de los sangrientos acontecimientos la fue llevando a tomar la espada, y así, se sabe que ella, en Tetela del Volcán, en el actual estado de Morelos, encabezó un combate montada a caballo, y que hizo huir a los indígenas, en este caso, tlahuicas.

Así, esta mujer, al parecer sevillana, a quien Bernal califica como “vieja”, fue recompensada con tierras al término de la conquista y le otorgaron como hacienda el lugar donde ella encabezó tal batalla.

Se sabe que ella se había casado en Cuba con Pedro Sánchez de Farfan, uno de los soldados de Hernán Cortés, con quien vivía en Cuba, y que pasó a México en abril de 1920 en la expedición de Pánfilo de Narváez, con la intensión de reunirse con su marido.

Bernal Díaz del Castillo la describe como una mujer valiente y luchadora, buena en el manejo de la espada, la rodela y la lanza, lo mismo a pie que a caballo. Ella vivió episodios muy difíciles, como la huida de Tenochtitlan, cuando todo el ejército español estuvo a punto de sucumbir en la batalla de Otumba.

Cuando pasaron aquellos años violentos, ella vivió con su marido en la actual Toluca y en 1533 falleció su esposo, pero ella se volvió a casar con Alfonso Marín Partidor, otro de los conquistadores.

Se sabe que el hermano de María Estrada llamado Francisco de Estrada, había acompañado a Cristóbal Colón como grumete, y que ella llegó al Nuevo Mundo hacia 1509.

El cronista Diego Muñoz Camargo, especializado en Tlaxcala, escribió de ella: “se mostró valerosamente haciendo maravillas y hazañas hechos con una espada y una rodela en las manos, que excedía al esfuerzo de cualquier varón, por esforzado y animoso que fuera, que a los propios nuestros ponía espanto.”

El cronista Francisco Cervántes de Salazar, primer cronista de Nueva España, recuerda que María Estrada le dijo a Hernán Cortés durante la mal llamada Noche Triste: “no es bien, señor capitán, que mujeres españolas dejen a sus maridos yendo a la guerra, donde ellos murieron moriremos nosotras, y es razón que los indios entiendan que somos tan valientes los españoles que hasta sus mujeres saben pelear.”

María Estrada y su marido, también participaron en la fundación de la ciudad de Puebla de los Ángeles, en 1531.