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La crisis en Bolivia se agrava con la muerte de 9 manifestantes

Los disturbios del viernes en Cochabamba aumentan a 22 el número de fallecidos en las protestas. Áñez desmiente la versión de los familiares y duda que Policía y Ejército dispararan a matar.

Los disturbios del viernes en Cochabamba aumentan a 22 el número de fallecidos en las protestas. Áñez desmiente la versión de los familiares y duda que Policía y Ejército dispararan a matar.

La crisis en Bolivia se agrava con la muerte de 9 manifestantes

La crisis en Bolivia se agrava con la muerte de 9 manifestantes

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La muerte en fuertes disturbios de al menos nueve manifestantes desde las duras protestas del viernes en, sobre todo, Cochabamba, agravó este sábado aún más la profunda situación que sufre Bolivia, mientras los políticos intentan avanzar hacia unas nuevas elecciones, tras la deposición del presidente Evo Morales, el domingo pasado.

El viernes murieron al menos cinco personas en Cochabamba, aunque ayer se informó de la muerte de al menos dos personas más en la región, sumadas a otras dos en otros puntos del país. Así, en total ya son 22 los muertos en las protestas en Bolivia, además de 500 heridos.

Así, los féretros de algunos de los fallecidos comenzaron este sábado a llegar a Cochabamba, capital de la región homónima, donde familiares y allegados cubrieron los féretros tanto con banderas bolivianas como con la whipala, la bandera de los pueblos andinos.

Familiares y amigos insistieron a gritos en las denuncias por la represión de la manifestación del viernes por policías y militares, cuando una marcha de cocaleros afines a su líder, Evo Morales, intentaba entrar en la ciudad.

En cambio, la ultracatólica Jeanine Áñez, presidenta interina, dijo ayer que no está claro que los disparos mortales fueran de policías y militares.

COMPLICADAS ELECCIONES. La convocatoria de nuevas elecciones se ve complicada por el hecho de que el Movimiento al Socialismo, hasta ahora el oficialismo, cuenta con una mayoría de dos tercios en el Parlamento. Esto obliga a Áñez a ponerse de acuerdo con sus rivales políticos para nombrar primero un nuevo órgano electoral, después de que los miembros del responsable de los comicios fraudulentos del 20 de octubre están ahora procesados y algunos, incluso, ya en la cárcel.