La demandan por unirse al Me Too e ir a marchas feministas
Su agresor, que trató de asfixiarla y fue denunciado por intento de feminicidio, logró que una MP de la Fiscalía CDMX, en fast track, ordenara a Fabiola, la víctima, que dejara de realizar cualquier acción que le incomodara. M. Santander, nombre con el que el hombre agresor fue conocido en redes, logró gozar de medidas cautelares presentando como “pruebas” fotos de la marcha feminista y publicaciones Me Too. En tanto, la denuncia de Fabiola se fue al archivo muerto
La demandan por unirse al Me Too e ir a marchas feministas
En agosto del 2019 Fabiola sufrió un intento de asesinato a manos de su entonces pareja sentimental, M Santander. Ella puso la denuncia ante la Fiscalía de la CDMX, aduciendo además que se trataba de un intento de feminicidio, una tipificación que ha sido considerada clave por especialistas para acabar con la violencia letal contra las mujeres. Tras más de año y medio, Fabiola nunca logró siquiera una orden de restricción contra su agresor y, como reportó Crónica oportunamente, las autoridades le dijeron que “si el tipo la hubiera querido matar, lo habría hecho”. La historia no ha terminado allí, pues en enero pasado, su agresor logró que la Fiscalía capitalina ordenara medidas cautelares en su favor a efecto de que Fabiola “se abstenga de realizar cualquier tipo de conducta que resulte ofensiva para la víctima: M Santander”.
En la documentación, en poder de Crónica, el MP, paradójicamente una mujer, Luz Angélica Hernández Pérez, le informa a Fabiola que le queda prohibido también realizar cualquier tipo de conducta que moleste a M Santander. La MP tuvo frente a sí las acusaciones formales y públicas por el intento de feminicidio, pero decidió que la víctima era el hombre.
M. Santander quiere reparación del daño (“quiere que le dé dinero o mi casa, eso me dijo cuando trataba de asfixiarme”, señala Fabiola). Las pruebas que presentó él para que, en un par de días, la Fiscalía le brindara protección fueron tomas de pantalla de redes Me Too y fotos de la participación de Fabiola en la marcha que logró la ola feminista antes de que el COVID nos encerrara a todos. M. Santander pidió a la Fiscalía capitalina que todo eso se detenga.
En la foto usada como evidencia de la marcha feminista del 8 de Marzo de 2019, Fabiola sostiene un cartel en el que se lee “Intentó ahorcarme después de que descubrí que me era infiel". Enfrentarlo a su infidelidad, señala Fabiola, desató que el sujeto tratara de asfixiarla.Fabiola recibió en su domicilio el apercibimiento por parte de la Fiscalía en la que se le informa de las prohibiciones que le son impuestas luego de dar crédito al dicho de M Santander (“es una campaña de desprestigio en mi contra”).
La denuncia de Fabiola contra M Santander, en tanto, avanzó al archivo de rezago de la Fiscalía encabezada por Ernestina Godoy. Cuando Fabiola comenzó a atender la demanda en su contra (la semana pasada), el MP que lleva el tema del intento de feminicidio debió rescatar la carpeta del archivo de casos olvidados.
También se ha hecho evidente que la rapidez con la que él logró que se le “protegiera” de Fabiola, del Me Too y de las expresiones en marchas feministas, contrasta con peritajes incompletos, inmovilidad y desinterés para atender a la mujer.
Lo que Fabiola presentó en su momento, como consta en la documentación oficial, fueron las marcas de las manos del agresor en su cuerpo, una testigo, la vecina que debió rescatarla del techo de su casa en la que se había refugiado para escapar de M Santander. Su agresor presentó capturas de pantalla como prueba y su caso si fue firmado, procesado y aprobado para “proteger” a este hombre.
En las paredes externas del MP donde dormía olvidada la carpeta de Fabiola como víctima, se ven grafitis con exigencias sobre casos donde chicas fueron ultimadas o sobrevivieron y pasan por un proceso legal igual de atascado (en favor del hombre agresor, por supuesto). De alguna manera, ese es el diálogo real que hay en estos casos, sólo que ahora un hombre encontró oídos bien dispuestos en la autoridad capitalina para ordenar que este tipo de acciones se detengan a fin de no molestar a los varones.
(Continuará)