Cultura

La democracia puede ser la siguiente víctima después de la pandemia: Almudena Grandes

México se está polarizando económica y políticamente, pero el problema más grave que esta-mos viendo es la destrucción del concepto de convivencia, señala Antonio Ortuño.

México se está polarizando económica y políticamente, pero el problema más grave que esta-mos viendo es la destrucción del concepto de convivencia, señala Antonio Ortuño.

La democracia puede ser la siguiente víctima después de la pandemia: Almudena Grandes

La democracia puede ser la siguiente víctima después de la pandemia: Almudena Grandes

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Lo más grave de la pandemia es que se están borrando las fronteras de lo verosímil y da miedo que, después de tantos muertos, la democracia sea la víctima del nivel de irracionalidad al que estamos llegando, dijo la escritora madrileña Almudena Grandes durante la charla Lo social y lo político, que mantuvo con los autores Antonio Ortuño y Berna González en el marco de la Feria del Libro y la Rosa 2020.

“Cuando volvamos a las calles todo será distinto, por un lado, se habrá comprendido que el planeta no da más de sí, que la sobrepoblación tiene que corregirse, que no se tiene que maltratar a los animales, etcétera, pero lo que ahora nos parecen fortalezas pueden terminar siendo problemas”.

En Europa, añadió, el estado de bienestar, la sanidad pública y la fe en el Estado van a estar reforzados, pero ¿y el gran capital qué va a hacer con todo esto? “El virus no entiende de naciones, colores y razas, pero sí entiende de clases sociales y golpea mucho más fuerte a las regiones más pobres”.

En este sentido, Antonio Ortuño expresó que México se está polarizando económica y políticamente, pero que el problema más grave es la destrucción del concepto de convivencia. “La gente tiene que sobreponerse a la angustia concreta, es decir al pago del alquiler, comida y colegiaturas, pero también tiene que lidiar con angustias abstractas sobre cómo los políticos juegan con el futuro de la sociedad”.

“Cuando el debate ocurre en las redes mediante insultos continuos, no hay campo alguno de negociación, los rivales se convierten en el fetiche de enemigo del otro y cierran la posibilidad de ir a discutir razonablemente a un congreso, que es de lo que se trata la democracia representativa en la que se acuerdan cosas para resolver”.

Por otro lado, las diferencias políticas también obstaculizarán la forma en cómo se enfrentará la crisis económica que viene. “Hay una cuestión política que no tiene que ver con el salvamento, los planes ­Marshall ni con las sociedades unidas, eso México sólo lo hace en los terremotos y no en la epidemia porque no podemos enfrentarla juntos”.

Respecto a la unidad de la población, Almudena expresó que el COVID-19 llegó a España en un momento absolutamente polarizado. “No se ha conseguido unidad hasta ahora, lo que hay es una apariencia de unidad con zancadillas por debajo”.

“La factura que vamos a pagar es muy alta y a mí me da miedo la ultraderecha que se dibuja en el horizonte, de la cual tengo la sensación que será ineludible. Ojalá me equivoque, pero estamos en una situación muy difícil”.

Ante esta realidad, la literatura tendrá que ser más social y más política, apuntó. “La literatura tiene la posibilidad de incidir socialmente en la sociedad a través de clicks individuales que, a su vez, son capaces de mover a mucha gente”. Aunque, escribir sobre esta pandemia es hacerlo sobre temas como la soledad, el miedo y la solidaridad, temas que han estado presentes en la literatura en todos los tiempos.

Ortuño apuntó que la literatura tendrá que convivir y friccionarse con la complejidad del mundo al que vamos a salir y que esta reacción se dará en muchos sentidos. “Tanto la literatura como el mercado del libro van a cambiar en esta circunstancia y cada escritor tendrá que encontrar la forma de que lo que escribe haga sentido con sus lectores porque al final de cuenta es la única forma de que funcione”.