Uruguay vota hoy en sus elecciones más inciertas de los últimos años, con la casi total seguridad de que deberá acudir de nuevo a las urnas en una segunda vuelta presidencial el 24 de noviembre, y con un Parlamento que se prevé sin mayorías absolutas.

Hasta este viernes, última fecha autorizada para la propaganda electoral, las diferentes formaciones llenaron las calles del país con banderas y colores en busca de los últimos votantes indecisos, si bien los candidatos ya habían cerrado oficialmente sus campañas entre miércoles y jueves.

Las últimas encuestas coinciden en ampliar la ventaja de Daniel Martínez, candidato oficialista (Frente Amplio, FA, izquierda), sobre su más que probable rival en la segunda vuelta, Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN, centroderecha), pero la incertidumbre sobre el reparto de votos entre los demás aspirantes hace que sea imprevisible saber si en noviembre cambiará el signo del Gobierno.

Todas sitúan a Martínez con una intención de voto de al menos el 40 por ciento y con más de 11 puntos de ventaja sobre Lacalle, algo que en otros países, como Argentina o Bolivia, significaría la victoria en primera vuelta. Sin embargo, en Uruguay se precisa superar el 50 por ciento para proclamarse presidente en esa instancia.

Lacalle ya fue candidato presidencial en 2014, cuando cayó ante el izquierdista Tabaré Vázquez, actual mandatario, en la segunda vuelta. Tercero en las encuestas aparece Ernesto Talvi, del histórico Partido Colorado (centroderecha).

Con Martínez, el Frente Amplio aspira a completar un cuarto término presidencial consecutivo en el poder. Vázquez ya ocupó la presidencia entre 2005 y 2010; luego le siguió José Mujica, y en 2015 Vázquez regresó al poder.