Desde el inicio de la pandemia, ha habido una explosión de exposiciones, conversatorios, cursos, diplomados y hasta talleres de dibujo con modelo en internet, ya que la COVID-19 ha acelerado la desmaterialización de las relaciones sociales a través de la desmonetización y el dinero electrónico, el trabajar en casa, la educación a distancia, las compras en línea y la protodesaparición del periodismo análogo e impreso, posglobalidad económica y política donde el asesinato de George Floyd ha revelado a una sociedad interconectada, pero videovigilada.

En el arte contemporáneo la Sana Distancia Social por la COVID-19 se vinculó con la exploración de virtualidad, telepresencia y conexión en redes de artistas del Siglo XX como Nam June Paik (1932-2006), Bruce Nauman, Peter Campus, Takahiko Iimura, Dan Graham, Pola Weiss (1947-90), Roy Ascott, Jeffrey Shaw, Douglas Davis (1933-2014), Jordan Crandall, Ken Goldberg, Knowbotic Research, Giselle Beiguelman, Philip Pocock, Wolfgang Staehle, Paul Sermon, etc. muchos de ellos incluidos en la seminal exposición Net Condition, 1999-2000, organizada por Peter Weibel en el ZKM.

Santiago Merino transformó en su taller al Museo Cabañas con la exposición El Oficio // Arrostrar, (19OCT2019–9FEB2020); acción repetida por Mario García Torres: Solo, (2JUN–5JUL2020) en el Museo Jumex, expos que marcan desde México la transición del arte análogo, material y sólido al virtual, ya que Merino articuló desde su arsenal técnico, abstracción, proceso creativo y presencia del espectador, tres condiciones también abordadas por García Torres, pero esta vez, solo y frente al mundo gracias a cámaras de internet que seguirán a Mario durante un mes trabajando en el museo.

¿La desmaterialización del arte anunciada por Lucy Lippard pronostica la progresiva desaparición del arte contemporáneo?, ¿La “nueva normalidad” del arte y el artista actual reside en aguantar el peso del arte del Siglo XX mientras todo el mundo lo ve en internet y le exige que defina al arte del siglo XXI?

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