Opinión

La inmunidad de rebaño

La inmunidad de rebaño

La inmunidad de rebaño

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La inmunidad de rebaño o colectiva se refiere al punto en el que un porcentaje considerable de la población ya es inmune a una enfermedad transmisible y entonces la tasa de contagios disminuye progresivamente porque cuando alguien se enferma ya no encuentra a quien contagiar. La inmunidad de rebaño se puede alcanzar por la propagación de la infección o bien, por programas de inmunización con vacunas, en los que llega un punto en el que, aunque un porcentaje de sujetos no ha sido aun vacunado, la probabilidad de que se infecten es menor, debido a que la propagación de la enfermedad ha disminuido.

Cada infección tiene umbral diferente en el cual empieza a ser útil la inmunidad de rebaño. Este depende de cuantos individuos se contagian por cada sujeto enfermo. Mientras más individuos se contagian por sujeto, el umbral para alcanzar la inmunidad de rebaño será mayor. Si una infección se propaga a razón de 15 contagios por enfermo, entonces aun bajando los contagios potenciales a la mitad (porque la otra mitad ya tuvo la enfermedad), sigue habiendo 7 a 8 contagios por sujeto enfermo. En cambio, si el número es bajo, digamos 2 y la reducimos a la mitad, solo queda 1 y la probabilidad de que el sujeto enfermo lo encuentre es menor que en el ejemplo anterior, con 15. De esta manera, si la tasa de contagio es R, entonces el umbral es 1-(1/R). Por ejemplo, para 15 contagios por enfermo el umbral será 1-(1/15) = 0.93, o sea, se requiere que el 93 % de la población ya se haya infectado para proteger al 7 % restante, mientras que si hay 3 contagios por enfermo el umbral será de 1-(1/3) = 0.67, es decir el 67 % de la población. Este 3 es el que se ha calculado para el SARS-CoV-2, porque en promedio hay 3 contagiados por cada enfermo.

El otro aspecto que determina la factibilidad de la inmunidad de rebaño es la duración de la inmunidad conferida por la enfermedad o la vacuna. Si la inmunidad es a muy largo plazo, como en el sarampión o la rubeola, entonces es factible alcanzar la inmunidad de rebaño, mientras que, si no es de largo plazo, como con la gripe común, la posibilidad disminuye. Si se pretende alcanzar la inmunidad de rebaño con vacunas, entonces, si la inmunidad es de largo plazo, con una sola vez que se vacune cada individuo será suficiente, mientras que, si es de corto o mediano plazo, se requiere una vacuna inicial y después, aplicar de nuevo la vacuna cada cierto tiempo.

Traigo a este espacio el concepto de inmunidad de rebaño, porque la semana pasada causó revuelo, confusión e indignación en diferentes grupos sociales que el Dr. Atlas, nuevo consejero de la casa blanca (que ya no es el Dr. Anthony Fauci), junto con otros dos epidemiólogos propusieron que se cambie la estrategia en Estados Unidos. A esta propuesta la llamaron la declaración de Great Barrington (gbdeclaration.org), ya que se firmó en ese pueblo de Massachusetts. En esta proponen que se quiten las restricciones para todas las personas no vulnerables. Que las escuelas, desde el kínder hasta profesional, reabran las clases presenciales y que todos los jóvenes puedan libremente reunirse en cines, bares, restaurantes etc., mientras que las personas vulnerables (personas de la tercera edad y jóvenes con enfermedades como diabetes descontrolada, cáncer, etc.) permanezcan aisladas y se les provee con lo necesario para sobrevivir. El objetivo de esto es alcanzar la inmunidad de rebaño en corto tiempo.

El Dr. Anthony Fauci, uno de los especialistas en enfermedades infeccionas más reconocido del mundo, previo consejero de la casa blanca para COVID, a quien quitaron ese nombramiento por no estar de acuerdo con el presidente Trump, comentó que esta declaración no tiene fundamento científico. Asumiendo que se pueda alcanzar el umbral de inmunidad de rebaño con el 60 %, eso significa en Estados Unidos 198 millones de enfermos (en México serían 78 millones) y que la mortalidad fuera lo más bajo posible por ser sujetos no vulnerables, digamos del 0.5 %, eso significaría 990 mil muertes en ese país (390 mil en México). Además, la propuesta no toma en cuenta la inequidad implícita en la misma, porque las familias con menos recursos viven con mayor hacinamiento y, por tanto, en dichas familias, los jóvenes no vulnerables tendrían contacto con los adultos mayores y personas vulnerables con más frecuencia que en las de clases mas acomodadas.

La reacción de la comunidad científica no se hizo esperar con la publicación de lo que se llama el memorándum de John Snow (johnsnowmemo.com), que fue publicado el 14 de octubre en la revista The Lancet y nombrado así en honor al legendario epidemiólogo de la primera mitad del siglo XIX que propuso el mecanismo de transmisión del cólera. En este manifiesto, firmado por centenas de científicos y académicos, se da la explicación clara sobre el riesgo de lo que propone el nuevo asesor de la casa blanca. Tanto la declaración de Great Barrington, como el memorándum de John Snow pueden firmarse en línea. Apuesto a que el amable lector puede suponer cual fue la que firmé yo.

Estoy de acuerdo que el encierro ha traído muchos problemas a la estabilidad emocional y económica de múltiples familias y que cerrar o limitar negocios tiene repercusión importante en la economía, pero la solución no es enviar a los jóvenes al matadero. En este momento, la solución es hacer lo necesario para disminuir los contagios, para lo cual los gobiernos deben de invertir recursos en apoyar a quienes menos tienen y a múltiples negocios para resistir en lo que llegan las vacunas y luego entonces, la inmunidad de rebaño, lo cual va a tardar al menos 2 o tres años. No hacer esto es darle la espalda a la población en aras de atender otros intereses. Los pueblos perdonan y olvidan muchas cosas, pero no a sus muertos. Aparentemente, al presidente Trump le van a pasar la factura la próxima semana.

Dr. Gerardo Gamba

Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán e

Instituto de Investigaciones Biomédicas, UNAM.