Escenario

La leyenda del lobo blanco, un viaje a través de lo salvaje

El explorador y biólogo Ronan Donovan se adentra a tan inmisericordes tierras para retratar con su lente a una especie tan enigmática aún para la humanidad como es el lobo en su hábitat salvaje.

El explorador y biólogo Ronan Donovan se adentra a tan inmisericordes tierras para retratar con su lente a una especie tan enigmática aún para la humanidad como es el lobo en su hábitat salvaje.

La leyenda del lobo blanco, un viaje a través de lo salvaje

La leyenda del lobo blanco, un viaje a través de lo salvaje

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La leyenda del lobo blanco es la nueva serie documental que el canal NatGeo presenta en su pantalla. Esta producción sigue la huella de una manada de lobos blancos en la lejana isla de Ellesmere en el archipiélago Ártico Canadiense, donde el explorador y biólogo Ronan Donovan se adentra a tan inmisericordes tierras para retratar con su lente a una especie tan enigmática aún para la humanidad como  es el lobo en su hábitat salvaje.

“Ésta no es la primera vez que trabajo con lobos, mi primer trabajo con NatGeo fue justamente retratar a los lobos del Yellowstone, pasé un año trabajando ahí y al final no me sentí convencido por lo que logré captar de ellos. En gran parte por el miedo que le tienen a los humanos, eran muy tímidos en ese hábitat y se me hacía una representación bastante injusta de lo que son en realidad”, comentó Ronan Donovan, en entrevista con Crónica.

“Así que empecé a idear un plan para poder crear un retrato más honesto de la especie, entonces supe que tenía que ir a algún lugar completamente alejado de la civilización, muy al norte, al ártico, donde los lobos nunca han sido cazados ni atrapados, así que no le temen al ser humano, nos ven como otro animal en el entorno”, agregó.

La tarea de encontrar a una manada de lobos en su hábitat natural, es una odisea titánica, sumada al entorno casi agreste del ártico, hacen de ésta una misión casi imposible. Ronan Donovan, buscó por varias semanas una jauría entre el frío y las largas noches australes, hasta que por fin pudo estar cara a cara con una de las especies más enigmáticas del reino animal.

“Cuando esta manada de lobos me rodeó, fue un momento realmente emocionante, Pero me inspeccionaron no con agresividad o miedo sino por pura curiosidad. Me vieron como este tercer tipo de animal en el terreno: no era una amenaza ni era comida. Nunca me sentí en peligro, nunca fueron agresivos, y creo que eso se remonta la ancestral relación que tenemos los humanos y la especie. Es por ello que los logramos domesticar en formas tan amplias como en el caso de los perros, y en gran medida es porque no significan ninguna amenaza para nosotros”, destacó.

Uno de los objetivos de llevar a las pantallas de televisión una experiencia tan salvaje, en palabras de Ronan, es crear consciencia en la gente sobre las especies salvajes. Poder llevar un mensaje de empatía y demostrarle al mundo que no somos tan distintos a las especies salvajes que cohabitan el mundo con nosotros.

“Quiero que la gente reflexione sobre estas familias salvajes, las cuales no tienen que ser necesariamente de lobos, pueden ser otros animales inclusive. El punto principal es como viven y afrontan estos enormes retos en una familia que asemeja mucho al orden social humano tradicional, donde existe una madre, un padre e hijos”, finalizó.

La leyenda del lobo blanco se encuentra disponible en la pantalla de National Geographic para toda Latinoamérica.