La mujer como protagonista
Nancy Spero (1926-2009, EU), pionera de la estética feminista actual, es revisada por la artista y curadora Julie Ault. Después del Centre Pompidou y la Serpentine Gallery, 2010-12, esta muestra organizada por el Museo Tamayo es su más importante retrospectiva post mortem, la cual se expondrá desde marzo en el MoMA PS1.
Esta muestra revisa toda su carrera e incluye pinturas como Mother and Child I, 1956, antecedente de series como Black Paintings, (1959-65), además de las War Series, (1966-70) sobre Vietnam, las Artaud Paintings (1969-70) y el Codex Artaud, 1971-72, así como múltiples obras en las que sitúa a las mujeres como protagonistas al referir imágenes prehispánicas, del antiguo Egipto, Grecia, Reino Unido, etcétera.
Spero pronosticó el uso de textos en Barbara Kruger y Jenny Holzer, la furia crítica de las Guerrilla Girls y Judith Bernstein y la gráfica expandida de William Kentridge y desarrolló tres transformaciones estéticas y formales clave emanadas de su postura política: En 1966 abandonó la pintura sobre lienzo —la consideró demasiado convencional e institucional— y optó por el papel. A partir de 1975, empezó a “canibalizar” sus propias imágenes al combinarlas y replicarlas en múltiples series de grabado. A finales de los ochenta expandió sus imágenes a paredes y arquitectura; procesos alimentados por su activismo feminista y el ser una artista marginada, ira que materializó en sus citas a Antonin Artaud y su decisión de sólo describir mujeres desde 1974, acción en la que sólo mujeres controlen las imágenes de la mujer para refundar su representación política.
Gracias a su feminismo, Spero es uno de los primeros ejemplos artísticos de la posguerra en realizar arte conscientemente discursivo que ponderó la interacción entre procesos estéticos y formales y su entorno sociopolítico y cultural, coyuntura capital en el anhelo por diseminar los ghettos o minorías por género, raza, cultura o clase social.
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