Cultura

“La música quita pensamientos a la gente y le hace sentir emociones”: Rafael Palacios

Entrevista. Rafael Palacios, oboísta mexicano y profesor del Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París, está en el país para ofrecer un seminario de retórica musical: “Una manera de analizar y tocar la música, completamente diferente a como se hace habitualmente en una orquesta sinfónica, en donde se leen las notas”

Entrevista. Rafael Palacios, oboísta mexicano y profesor del Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París, está en el país para ofrecer un seminario de retórica musical: “Una manera de analizar y tocar la música, completamente diferente a como se hace habitualmente en una orquesta sinfónica, en donde se leen las notas”

“La música quita pensamientos a la gente y le hace sentir emociones”: Rafael Palacios

“La música quita pensamientos a la gente y le hace sentir emociones”: Rafael Palacios

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

"La música tiene el poder de quitarle los pensamientos a la gente y hacerles sentir  emociones”, señala en entrevista el oboísta mexicano Rafael Palacios (1962), profesor del Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París e investigador asociado en la Universidad Paris-Sorbonne, quien está en el país a propósito de la Semana Nacional del Oboe a celebrarse hasta el 7 de julio en el Conservatorio Nacional de Música.

El músico comenta que después de la Ciudad de México viajará a Guadalajara para impartir un seminario sobre retórica musical.

“Hice mi doctorado en la Sobornne y mi tesis habla de la retórica musical, que es el arte de tocar en público. Es una manera de ver la música, analizarla y tocarla completamente diferente a como se hace habitualmente en una orquesta sinfónica, en donde se leen las notas”, expresa Palacios.

El oboísta, que es profesor titular de oboe barroco y música de cámara en París, señala que existe una gran diferencia entre leer notas e interpretarlas. “Usted puede leer un poema o declamarlo y en la música clásica y no clásica también es así. Hay gente que deletrea música y gente que lee música, hay otra que investiga, profundiza y ofrece al público una interpretación lógica, convincente y emotiva”.

En palabras de Palacios, ése es el poder de la música. “Que mientras la escuchas, dejes de pensar en impuestos, la música tiene el poder de quitarle los pensamientos a la gente y hacerles sentir emociones”.

Pero para lograrlo, comenta, el intérprete necesita herramientas analíticas y prácticas para que su música llegue al corazón de la gente, que no se quede en la cabeza o los oídos.

Llegar a eso, indica Palacios, es con trabajo de muchas horas con los músicos. “No hago el típico ensayo de una vez. Lo que trato de hacer con todas las obras que dirijo, es enseñarle al músico a ver los detalles. Veo la música con lupa y microscopio, no con el ahí se va”.

La clave, comenta, es estar  comprometidos a sentir lo mismo y tocar esa misma emoción  juntos en el mismo momento. “Eso es ser elocuente.  Hacer la música así no es normal, se requiere tiempo, si a mí no me dan el número suficiente de ensayos para trabajar una obra, no la acepto”.

Rafael Palacios es un músico con formación y trayectoria fuera del país, ha colaborado con reconocidas orquestas de música antigua como L’Orchestre Révolutionaire et Romantique; L’Orchestre des Champs Elysées o la Amsterdam Baroque Orchestra; además en 2006 fue designado por el ministerio de la cultura francesa de Bélgica como profesor del Conservatorio Real de Bruselas.

— ¿Lo han buscado autoridades culturales mexicanas?

— Viajo frecuentemente a México a dirigir la Orquesta Sinfónica de Xalapa y la Academia de Música Antigua de la UNAM, que en septiembre es su aniversario y me han pedido dirigir el concierto. También voy a Guadalajara, Veracruz, Tamaulipas. No son las autoridades porque no es el caso, más bien son instituciones particulares.

El oboísta no cree en la grabación de la música para que se comercialice en discos o en plataformas digitales. “Prefiero las grabaciones en vivo porque sí son una verdadera fotografía de un momento y no las grabaciones de estudio donde se puede repetir todo, cortar, pegar y editar como hacen las películas hoy, en donde dicen ‘se equivocó’ y hacen las toma necesarias”, señala.

— ¿En Europa hay espacios para la música en vivo en medios de comunicación?

— Durante muchos años toqué en la Orquesta de la Radio y Televisión belga, era una institución fantástica que tocaba dos veces a la semana un concierto directo en la radio, aparte de que se grababa. Pero los gobiernos y la crisis de la cultura dijeron que eso no era rentable y lo cerramos. En México no ha habido radios nacionales que hayan hecho ese tipo de operaciones.

“Además, qué están haciendo los músicos para tener más público, porque todo mundo dice: ‘el gobierno me tiene que dar’, pero esas autoridades no saben qué es un oboe porque tienen otra profesión, si nos fue bien, de economista pero qué sabe un economista, de medicina u oboe barroco. ¿Cuándo la música culta ha sido un negocio?, hay que empezar a educar a los músicos y a los políticos de otra manera”, responde.

Palacios recuerda que en la antigüedad, estudiar música era obligatorio. “Se estudiaban las siete artes liberales. Estaba la gramática, retórica y la dialéctica que se llama el trivium; luego estaba el quadrivium que es aritmética, geometría, música y astronomía”.