Cultura

“La ola populista de izquierda o de derecha que atraviesa el mundo es antintelectual”: Christopher Domínguez Michael

El Colegio Nacional. La desaparición de secciones y suplementos culturales ha sido mundial y usar el internet como una solución no ha funcionado para la literatura, dice Christopher Domínguez Michael

El Colegio Nacional. La desaparición de secciones y suplementos culturales ha sido mundial y usar el internet como una solución no ha funcionado para la literatura, dice Christopher Domínguez Michael

“La ola populista de izquierda o de derecha  que atraviesa el mundo es antintelectual”: Christopher Domínguez Michael

“La ola populista de izquierda o de derecha que atraviesa el mundo es antintelectual”: Christopher Domínguez Michael

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

La desaparición de secciones y suplementos culturales es un fenómeno mundial que se ha agravado por un rechazo político a la vida intelectual, comentó Christopher Domínguez Michael, miembro de El Colegio Nacional quien hoy a las 18:00 horas cerrará un ciclo de conferencias sobre tratados literarios escritos por mexicanos con la lectura de Poética y profética, obra de Tomas Segovia.

“Es un fenómeno mundial de largo alcance, desde hace varias décadas el prestigio social de la lectura se ha ido derrumbando. La edad de oro de la lectura, ya sea de libros o de periódicos, fue entre 1850 y 1975 más o menos. La lectura fue suplantada al principio por la televisión y, de manera más drástica, con los medios derivados de la red”, señaló el crítico literario.

De tal forma, añadió, vivimos en una cultura en donde se ha dejado de leer porque la letra ha quedado subordinada a la imagen. “Somos una civilización iconológica y no del todo analfabeta pero que tiende al dominio de la imagen sobre la letra”.

Domínguez Michael dijo en entrevista que la transición del papel impreso al internet ha sido dura con los contenidos impresos extensos, oscuros o ricos en vocabulario e incomprensibles para muchos lectores.

“Se han hecho estadísticas en países como Francia, en donde si mides el vocabulario de un conductor de un noticiero de la noche de 1975 con el que actualmente hace ese trabajo, él o ella, la riqueza de su lenguaje se ha reducido dramáticamente. Vivimos una época en la que además de este problema de transición entre el impreso y la red, hay condicionantes políticos importantes”, comentó.

Antes de explicar las razones políticas, Domínguez  Michael reiteró que la desaparición de secciones y suplementos culturales ha sido mundial y que usar el internet como una solución no ha funcionado para la literatura.

“Se pensó que bastaba con mandar los textos al ciberespacio para deshacerse de ellos sin exterminarlos. Con muy notorias excepciones, los textos largos escritos por críticos literarios y subidos a la red no los lee nadie y cuando a mí me dicen que si pueden publicar la mitad de mi artículo en impreso y la otra mitad en la red, como persona del siglo pasado sé qué me están diciendo: que la mitad del texto se va a la basura”, señaló.

Para el autor de Retrato, personaje y fantasma (2016) y ganador del Premio Xavier Villaurrutia 2004, el lector de red pertenece a una generación más joven que la mía, que lee textos largos en internet. “Mi generación lo que hace es buscar cosas en la red y de inmediato lo imprimimos o por lo menos eso hago yo”.

La transición a la red resultó nociva para la cultura literaria aunque no del todo catastrofista, agregó.

“No ha desaparecido el libro en papel ni va a desaparecer, las profecías de hace diez años de que el libro en papel sería sustituido por el e-book fracasaron porque los dos medios conviven, tienen públicos distintos. Incluso los editores en papel han tenido que mejorar la calidad de su producto porque la competencia del e-book es muy severa. No todo lo que pasa es necesariamente malo ni nuestra época tiene el monopolio de las desgracias”, dijo.

Sobre las condicionantes políticas, Domínguez Michael ahondó en lo catalogado como elitista.

“La ola populista de izquierda o de derecha que atraviesa el mundo es profundamente antintelectual, entonces todo aquello que suene a complejo es relacionado con lo elitista y lo antipopular, según lo vea la izquierda o la derecha. Entonces lo que era un problema de adaptación de la cultura literaria en la red se ha visto agravado por un rechazo político de la vida intelectual y de sus productos más sofisticados”, opinó.

FIN DEL CICLO. Christopher Domínguez concluirá el ciclo que organizó en El Colegio Nacional comentando la obra Poesía y profética de Tomás Segovia, uno de los grandes tratados literarios mexicanos. “El deslinde, de Alfonso Reyes; El arco y la lira, de Octavio Paz; y Poética y profética, de Tomás Segovia son tres cumbres de nuestra crítica, tres libros muy distintos que expresan momentos históricos diferentes como es obvio y en el caso de los tres, hay la coincidencia de que los autores no se concebían como especialistas de las ciencias del lenguaje ni mucho menos como filólogos, de alguna manera, los tres hablan desde el punto de vista del poeta”, señaló.

A la pregunta de qué tan importante es hablar de los clásicos cuando existen novedades editoriales, Domínguez Michael respondió que la crítica literaria no es una recomendación como las estrellitas que se le ponen a las películas para catalogarlas como buenas, malas, regulares o pésimas.

“El lector ideal, que siempre es imaginario, es el que está atento a las novedades pero que entiende que el hecho de que un libro sea nuevo no lo hace mejor que uno que tiene 200 años o 10 años. El trabajo de los críticos literarios es atender las dos cosas, tenemos la obligación de espulgar en las novedades, pero también traer al presente los libros del pasado”, dijo.