Opinión

"La Piedra del Sol", un texto de Eduardo Matos Moctezuma

Con motivo del inicio del ciclo "En busca de Tenochtitlan y Tlatelolco", El Colegio Nacional nos comparte un fragmento del libro "Las andanzas de un calendario y los trotes de un caballito…"

"La Piedra del Sol", un texto de Eduardo Matos Moctezuma

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy
Con motivo del inicio del ciclo En busca de Tenochtitlan y Tlatelolco, que coordina y en el que participa el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, miembro de El Colegio Nacional, compartimos un fragmento de su libro Las andanzas de un calendario y los trotes de un caballito…*, en el que escribe sobre “la monumental escultura de la Piedra del Sol o Calendario Azteca, creación de un anónimo artista mexica que supo aprehender el tiempo para plasmarlo en piedra".

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Para comenzar, debo advertir que del primer monumento, la Piedra del Sol, contamos con una erudita disertación de Leonardo López Luján que, bajo el título “‘El adiós y triste queja del gran Calendario Azteca’. El incesante peregrinar de la Piedra del Sol”, nos brinda las andanzas de la monumental escultura. Allí leemos cómo de su ubicación original fue arrancada de su lugar dentro del recinto ceremonial de Tenochtitlan al momento de la Conquista para ser trasladado hasta la Plaza de Armas de la ciudad novohispana, quizá con el fin de no dejar rastro de ella. Fue el segundo arzobispo de la ciudad de México, don Alonso de Montúfar, quien instruyó en el sentido de que fuera enterrada. Contamos con el dato de la manera en que el clérigo se refería a esta pieza tirada en medio de la Plaza Mayor y a la que se atribuían, como diríamos hoy en día, “malas vibras”. Con buena pluma y la acuciosidad que le es propia, Leonardo nos lleva a través de las andanzas y peripecias del monumento en un delicioso relato que recomiendo sea leído.

Allí permaneció cubierta de tierra y por el piso de la plaza hasta que, en 1790, el virrey, segundo conde de Revillagigedo, ordenó se emprendieran trabajos de nivelación y desagüe de la plaza principal de la ciudad de México, lo que permitió localizar, el 17 de diciembre de ese año, la Piedra del Sol o Calendario Azteca. Un nuevo traslado tuvo lugar para llevarla a colocar en el costado poniente de la torre de la catedral. Allí permaneció casi un siglo, hasta que nuevamente será llevada, en 1885, al Museo Nacional en la calle de Moneda. Sin embargo, no paró allí el asunto. Con la inauguración del nuevo Museo Nacional de Antropología en el Bosque de Chapultepec, la escultura fue enviada a éste su nuevo recinto en 1964 en donde permanece hasta el día de hoy.

Por otra parte, en el traslado de la catedral al Museo Nacional intervinieron diferentes personas y se presentaron presupuestos diversos, y sabemos que don Leopoldo Batres, quien por entonces ostentaba el cargo de inspector de monumentos, intervino y opinó acerca de la manera adecuada de hacer el movimiento, lo que no pasó desapercibido para el común de la gente, pues eran notorios los trabajos que para tal fin se hacían, máxime al tratarse de una pieza de esa envergadura y que estaba expuesta a la vista pública. Se contó con el apoyo de soldados —no hay que olvidar que Batres fue capitán de caballería y no debió costarle ningún trabajo contar con los servicios de la milicia—, para quitar la pieza de la torre poniente de la catedral y llevarla al Museo Nacional. Los diarios de la época dieron la noticia de aquel hecho, y así leemos en El Monitor Republicano:

El que todos conocen, situado al pié de una de las torres de la Catedral, desaparecerá en estos días de aquel sitio para ser trasladado al Museo Nacional. Queden así entendidos los que preguntan á toda hora del día qué se va á hacer con el calendario.

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*Tomado de Eduardo Matos Moctezuma, Las andanzas de un calendario y los trotes de un caballito…, El Colegio Nacional, México, 2020, pp. 13-17. (Colección Opúsculos).

El texto completo y otros títulos más del arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma se encuentran disponibles en libroscolnal.com

El ciclo En busca de Tenochtitlan y Tlatelolco se transmitirá en vivo a través de las plataformas digitales de El Colegio Nacional, del 9 al 13 de agosto, a las 6:00 p. m., el acceso es libre.