Cultura

La poesía es un ser arrojado al mundo: Claudio Vázquez

“Libera al lenguaje y a sus palabras de los conceptos, lo que no implica que cambie de sentido, sino de intensidad”. El editor y escritor señala que el libro es un objeto susceptible de ser bello

“Libera al lenguaje y a sus palabras de los conceptos, lo que no implica que cambie de sentido, sino de intensidad”. El editor y escritor señala que el libro es un objeto susceptible de ser bello

La poesía es un ser arrojado al mundo: Claudio Vázquez

La poesía es un ser arrojado al mundo: Claudio Vázquez

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Nacido en la Ciudad de México en 1981, es editor por necesidad y escritor por gusto. Los intereses de Claudio Vázquez Pacheco son variados, van de la literatura al derecho, pasando por el béisbol. También es editor y ha escrito dos libros: Gilberto Owen. Dos encuentros, publicado por la UNAM, y Poemas (plaquette), coeditado también por la Universidad y Río Arriba por la Cultura A.C. Sobre este último poemario charlamos con él:

— Ante este tiempo rápido como una vorágine, que todo lo devora, ¿qué es la poesía para ti?

— La poesía libera al lenguaje y a sus palabras de los conceptos, lo que no implica que cambie de sentido, sino de intensidad; por ello, la expresión poética no es arbitraria, pues su naturaleza responde en igualdad a la naturaleza del mundo. La poesía convierte a los objetos en sujetos, el objeto lingüístico abandona sus fronteras y penetra al receptor en forma de experiencia: el lector no “agarra” el significado del texto poético, éste se apodera de aquél. En conclusión, en un sentido amplio, entiendo a la poesía como un ser arrojado al mundo, independiente y único.

— Platícame sobre la bella edición de esta plaquette.

Mi oficio es el de editor y como tal, considero al libro como un objeto en sí mismo susceptible de ser bello, no creo que sólo sea el soporte para una obra literaria, en este contexto, me permití hacer un libro que en sí mismo fuera agradable, independientemente del contenido, que es lo más importante; creo haberlo logrado.

— En tus poemas hay imágenes o motivos recurrentes, ¿en qué lenguaje te comunican sus ideas y sentimientos la vejez, el río y sobre todo el silencio?, ¿cómo lo traduces en poesía?

— Mira, no creo que la vejez, el río o el silencio me comuniquen ideas o sentimientos en sí, más bien recurro a ellos como metáforas; a través de estas imágenes busco provocar la intuición del lector. Por supuesto que al escribir, escribo sobre algo, quiero decir que es mi experiencia de vida sobre lo que hablo, pero la verdad es que mi experiencia vital no tiene ninguna relevancia; creo que la poesía se consigue cuando la expresión poética trasciende mi experiencia y encuentra cabida en otra persona y le causa extrañamiento. Imagina que durante un largo tiempo has escuchado un zumbido y de repente éste se interrumpe dejando sólo el silencio, no es que no conozcas el silencio, pero en ese momento su presencia en el mundo te extrañaría como si fuera la primera vez que estás frente a él. Por ello no busco traducir la experiencia en poesía, porque no me interesa representar una vida, lo que busco es la vida en sí. Suena pretencioso, lo sé, pero creo que es así.

— El día de la locura es una especie de día del juicio final, pero en donde el asesino, el loco se esconde para librarse, ¿es una representación de nuestra locura actual?

El poema XI de la plaquette, o “el día de la locura” como lo llamas, nació de la lectura de una novela (cuyo nombre se me escapa a la memoria) hace algunos años, recuerdo que al terminar de leerla tuve una sensación muy fuerte sobre la capacidad humana para la muerte, somos un oxímoron: vida que la quita. De la novela tomé a los personajes, los soldados, y lo que traté de crear fue lo absurdo a lo que hemos reducido la vida actual. Seres humanos cuyas habilidades han sido perfeccionadas para la carnicería; nos dirigimos, como un batallón, a entregarnos a la muerte, pero somos egoístas y antes de entregarnos a ella nos aseguramos de llevarnos alguien entre las patas. Hemos, la humanidad, restado dignidad a la muerte Homo homini lupus (el hombre es el lobo del hombre). Por supuesto, la interpretación que el lector haga del poema siempre será la mejor.

— Hay poemas en el libro con un tono erótico, ¿cómo entender este erotismo en este 2019?

— La experiencia erótica es, en mi opinión, una de las experiencias más ricas y más íntimas, personales, que la vida nos puede ofrecer, creo que el erotismo es tan diverso como la humanidad, ¿cómo entender el erotismo en el 2019, en tiempos de carnicería?, bueno, creo que ésa es tarea de cada uno, tal vez si tú encontraste un tono erótico en algunos poemas, la pregunta debería ser, tú ¿qué entiendes por erotismo?