La psicosis por el desabasto de gasolina

La psicosis por el desabasto de gasolina en la Ciudad de México sí que agarró en curva a las autoridades del Gobierno capitalino, quienes, en una primera instancia, juraron y perjuraron que no había tal problema. Sin embargo, no tuvieron de otra que aceptar —aunque con el mismo discurso de que no había escasez, sólo dificultades en cuanto a la distribución—, que sí había complicaciones. La misma  jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, quien apenas el martes negaba tener información alguna de que el combustible escaseara en la CDMX, dijo que amanecimos con 103 de 400 estaciones de servicios sin combustible. Por eso, en el segundo día de caos, observamos a miles de automovilistas esperando hasta hora y media para abastecerse, provocando congestionamiento vial, faltas al Reglamento de Tránsito, insultos, reclamos… Aunque lo cierto es que el problema tiene que ver con que la gente está comprando más combustible del que necesita; es decir, está llenando sus tanques en vez de consumir los 20 o 30 litros que acostumbra, todo por la mala información que están subiendo a las redes sociales, respecto a que no habrá combustible.

El primer mes de Sheinbaum

Ya se cumplió un mes de la llegada de Claudia Sheinbaum al Gobierno de la Ciudad de México, tiempo suficiente para demostrar que es una mujer dura, cual fuera una piedra, que no ha cedido a presiones y que no se ha tentado el corazón para denunciar todas las irregularidades que, hasta el momento, le ha encontrado a su antecesor Miguel Ángel Mancera. Por ejemplo ya le halló una gran lista de aviadores, lo exhibió por tener ventanas y puertas blindadas, por no contratar el seguro contra sismos y por permitir el ambulantaje en zonas prohibidas. Hasta el momento la mandataria ha sido capaz de tomar decisiones propias y no se ha amedrentado. Habría que preguntarle si habrá persecución contra aquellos que no hicieron bien las cosas, para ganarse las palmas, o aplicar el asunto de la amnistía que predica AMLO.

Alcaldes morenos comienzan la guillotina

¿Qué está pasando con los alcaldes morenos?, pues mientras la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, asegura que no habrá despidos masivos y menos entre los trabajadores más humildes, como son los del régimen nómina 8 y honorarios, los alcaldes Layda Sansores, de Álvaro Obregón, y Francisco Chíguil, de GAM, iniciaron el despido de empleados de ese régimen. Sansores señaló que ya no les dio empleo, pues, a su consideración, no laboraban y “sería indebido pagarle a quien no trabaja”, habría que recordarle que fue una de las que poco laboró, pues fueron mínimos los recorridos que hizo, y pese a ello, se le dio el empleo.

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