“…Mordamos la raíz amarga…”, dice el poeta Efraín Huerta.

“…como cristal, seca raíz del alba”.

¿Dónde está la raíz de tanto encono presidencial contra el Instituto Nacional Electoral? ¿De dónde brota el oscuro manantial de la incordia?

Pues sencillamente del rencor acumulado por un fraude jamás probado o demostrado más allá de la percepción del perdedor.

En más de una ocasión el presidente se ha referido al robo de la presidencia en aquellos años del siglo pasado. Su sentimiento de frustración debe haber sido enorme.

El robo se siente horrible cuando es una billetera, un reloj o un celular. No imagino el dolor de sentirse robado con la presidencia nacional.

También debió ser grave su impotencia de entonces, pues a pesar de todos los plantones, tomas urbanas, pedreas, manifestaciones, gritos y sombrerazos, Felipe Calderón ocupó la presidencia constitucional (para bien o para mal o para peor, eso es otro asunto), y él, la presidencia legítima. Tan legítima como una boda de kermesse.

El rencor viene del año 2006 y quizá aún de antes, pero guardemos las palabras presidenciales como elementos útiles en la futura redacción de la historia de este gobierno, cuando haya pasado el suficiente tiempo para considerarlo materia histórica. Ahora es muy temprano.

Por ahora atengámonos a ellas en estos momentos, como el verbo visible de quien no tiene una bodega en el pecho y en ocasiones, muchas, suelta reflexiones cuya densidad permite ver el retrato de un alma memoriosa, si no se quiere usar la palabra rencorosa.

Quizá eso sea la sinceridad.

“…Y yo entiendo pues, que existan posturas conservadoras de los que han simulado ser demócratas, cuando la verdad es que han sido tenaces violadores de la Constitución, de las leyes, ejecutores o aplaudidores de fraudes electorales y ahora se convierten en los paladines de la democracia.

“… (que) haya debate, pero que no haya insultos, que no haya violencia, todo respetar ya esa instancia, lo que decidan.

“Entonces, ojalá y el tribunal resuelva bien este asunto, y de manera pacífica y tener confianza, no tanto en los que representan a las instituciones, sino tenerle confianza al pueblo, porque si no se pueden cometer ahora injusticias y atropellos es porque el pueblo está muy consciente, muy avivado, como nunca”.

Más allá de la sinceridad derivada de la memoria intensa, hay algo visible: la sibilina “sugerencia” al tribunal para votar en favor de su causa; es decir, para que “resuelva bien este asiunto”.

Resolverlo bien, automáticamente, después de la diatriba contra los simuladores democráticos cuya acción originó la intervención del tribunal es echarles abajo su decisión, cosa bien sencilla --pero demasiado obvia-- cuando en sus manos tuvieron el mismo caso por primera vez y se lo devolvieron al INE, porque si el INE simula la democracia, el tribunal simula la justicia. Es peor.

Y en cuanto a los insultos, la violencia y la paz en la discusión. Nacional; no han sido los consejeros electorales, ni uno de ellos, quienes han paseado el cadáver simbólico, en una caja de cartón de sus “adversarios”, en una especie de “vudú” esperpéntico.

Las amenazas de Salgado contra los consejeros, son violencia pura e impune. Y grave.

Pero el presidente nos propone ahora sustituir el mecanismo electoral por las consultas telefónicas, lo cual habría innecesario al INE o lo convertiría en un “call center”.

“…Sería muy sencillo, ahora que hay sistemas de estos de teléfono ¿cómo se llama?, los call center que hoy y mañana el tribunal con una empresa especializada hiciera una encuesta en Guerrero y le preguntara a todos, a todos:

‘¿Quieres que participe este candidato o no?, ¿se le da la oportunidad de participar?, ¿se le acepta el registro o no?’, y hacer lo mismo en Michoacán y estoy seguro que la gente va a decir:

‘Que participe’, aun los que no van a votar por ellos, porque no se debe de descalificar. En la democracia es el pueblo el que tiene la última palabra siempre, pero bueno, ya no hablemos de eso…”

SONORA

A pesar de la epidemia el gobierno de Sonora sigue presentando cifras halagüeñas casi a la salida de la gobernadora Claudia Pavlovich y en medio del trajín electoral: se han. Recuperado casi 30 mil empleos registrados en el IMSS en los últimos meses y se ha alcanzado un crecimiento superior al 3 por ciento.

DELGADO

Dice Mario Delgado, los consejeros electorales amparados contra la ley de tope salarial violan la Constitución. Mentira, el juicio de amparo es constitucional.