Opinión

La renovación de escuelas en la 4T

La renovación de escuelas en la 4T

La renovación de escuelas en la 4T

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

El pasado miércoles 5 de febrero, en la conferencia matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador acompañado por el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, hablaron sobre los avances del programa La Escuela Es Nuestra. La noticia central fue la conformación de 25 mil 236 comités que recibirán los recursos directamente para las escuelas, con lo que se beneficiarán a un millón ciento cincuenta mil doscientos sesenta y tres estudiantes.

Destacaron que estos comités estarán integrados por padres y madres de familia, con la recomendación que sea una mujer la que ocupe la cartera de Tesorera en las mesas directivas electas, con el argumento de que están probadas sus capacidades administrativas y su compromiso en garantizar la transparencia y rendición de cuentas.

Las reglas de operación del programa señalan que recibirán de 150 mil a 500 mil pesos, de acuerdo al número de alumnos de cada plantel, y, toda vez que se priorizaron en esta fase 26 mil 210 planteles de educación básica ubicados en los municipios más pobres del país, la aplicación de dichos recursos promoverá el empleo de mano de obra de los lugareños en los trabajos hidrosanitarios y de mantenimiento que consideren necesarios y decidan las asambleas de alumnos, padres de familia y maestros de cada plantel.

En el informe matutino señalaron un avance del 85%, con la entrega de recursos a 21 mil 407 comités y la presentación de un video con testimonios de las comunidades y sus escuelas.

Para muchos de los que hemos estado cercanos al tema de la educación en México o la administración pública federal o estatal, sabemos que han existido programas similares desde hace mucho tiempo. También los hemos conocido si nuestros hijos han asistido a escuelas públicas, incluso algunos de los lectores de esta columna asumieron alguna vez la responsabilidad de ser parte de una mesa directiva. ¿Qué tiene de novedoso el programa de La Escuela es Nuestro respecto otros semejantes, como Escuelas al 100? ¿Qué puede resultar en algún sentido esperanzador de dicho Programa?

Para el Presidente López Obrador y el Secretario Esteban Moctezuma la innovación es que no habrá intermediarios y los recursos irán directo a las escuelas, medida que, comentaron, obligó a cambiar las normas, ya que estaba prohibido entregar dinero público a ciudadanos. Esa confianza la hemos visto en otros programas como el crédito a la palabra o los primeros comités de Solidaridad, considerando que la transparencia y rendición de cuentas también han formado parte de las reglas de los programas sociales y de apoyo a infraestructura desde hace tiempo. ¿Gatopardismo?

Desde mi perspectiva, la innovación de este programa está enmarcada por dos factores:

1. Los recursos directos o la confianza en los ciudadanos son posible toda vez que hay una decisión política de combatir la corrupción en todos los niveles, es decir, lo novedoso es que eliminaron los intermediarios que surgían y se multiplicaba al amparo del poder. Aún recuerdo como en la administración de la CONADE a cargo de Raúl González (conocido con el apelativo de “Don Galleto”) se construyeron miles de canchas de basquetbol en todos los poblados del país, incluidos por supuesto los más pobres, con un gasto gigantesco, y, si bien permitió a muchos niños y jóvenes practicar ese deporte, lo cierto es que atrás de estas acciones existió el enriquecimiento de unos cuantos.

2. La democracia participativa ha sido una vieja premisa en los planteles escolares, y sabemos que lo mismo funcionó tanto para el cobro de cuotas y la organización de diferentes eventos (los que fuimos a escuelas públicas sabemos de la importancia que se le da a los días que deben conmemorarse con un festival), hasta para la movilización espontanea sobre algún hecho que alerte a las comunidades escolares (recientemente supimos de la oposición de los padres de familia de una escuela primaria para que la directora siguiera cumpliendo sus funciones, por temor al coronavirus porque su hijo había regresado de China). Sin embargo, la publicidad de sus acuerdos será en cadena nacional (he aquí lo que le hace un programa innovador), es decir, la construcción de una gigantesca opinión pública informada por los propios beneficiarios sobre el destino de los recursos federales en las escuelas.

Finalmente, desde una visión prospectiva, se está llevando a cabo una transformación en la responsabilidad colectiva de los ciudadanos. A diferencia de la cultura corporativista y clientelar que ha dejado profundas huellas en nuestro quehacer cotidiano, la libre actuación y determinación de los beneficiarios sobre los recursos, sin la tutela de la burocracia o cadenas de complicidades, abre paso a la posibilidad de transitar por la enorme puerta de la adultez democrática.