“La investigación no se detiene”, afirma Juan Gerardo López Hernández, director del Archivo Histórico de la Ciudad de México, espacio cultural ubicado en República de Chile 8 en el centro de la capital y que tras casi un año de mantener cerradas sus puertas hoy ofrece servicio a ocho usuarios por día y coloca los documentos consultados en aislamiento de 12 horas.

"Hemos tenido usuarios desde el lunes, día que reabrimos, pero eso no significa que los materiales resguardados dejaron de tener atención de conservación", comentó en entrevista.

Ayer, en el segundo día de apertura del Archivo Histórico de la CDMX -que pertenece a la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México-, llegaron de 09:00 a 11:00 horas dos investigadoras, una de ellas, Elizabeth a quien la consulta de archivos digitales le ha ayudado pero, aun así, considera que la revisión en físico de documentos es indispensable.

“Me ha funcionado la consulta de archivos digitales pero pienso que puedo encontrar un poquito más de manera física. Investigo sobre inmuebles de la Ciudad de México, es una investigación personal. Estaba esperando ver si en el semáforo naranja abrían y afortunadamente sí, fue muy rápido, ayer mandé correo y ayer mismo me respondieron. Me pidieron que trajera cubrebocas, careta, guantes y credencial de elector”, narró la usuaria.

Lo único que Elizabeth considera limitado es tener dos horas para la consulta. “Se me hace poquito tiempo”, dijo.

Al respecto, el director López Hernández comentó que de los once lugares disponibles en la sala de consulta, se habilitó el 30 por ciento, es decir, cuatro sillas.

“Se les otorga un turno de máximo dos horas porque es un tiempo que consideramos prudente para que no se sature el ambiente con la emisión de macropartículas. El horario de atención es de 09:00 a 11:00 y de 11:00 a 13:00 horas porque el personal que nos ayuda a la consulta tampoco puede estar más de cuatro horas, ellos deben estar cuatro días viniendo a trabajar y luego dejar pasar 10 que es el periodo en que se puede manifestar un síntoma de COVID”, narró.

Durante un recorrido por el Archivo Histórico de la CDMX, llegó otra investigadora de Ixtapaluca a consultar material.

“Mi investigación es sobre la inspección general de policía en la década de los 20. Terminé mi carrera en la UACM, ya había venido al archivo, pero con la pandemia se interrumpió mi investigación y ahora regreso para retomarla”, comentó Rocío.

AISLAMIENTO DE ARCHIVOS. Cuando los usuarios ingresan al Archivo Histórico de la CDMX, dos vigilantes son los encargados de tomar las medidas de sanidad: temperatura, proporcionarte gel antibacterial e indicar la desinfección de zapatos, así como el escaneo de un código QR.

-¿En estos meses han desinfectado los documentos que resguardan?, se le preguntó al director.

-Hemos realizado las labores habituales de limpieza, se le llama conservación preventiva. Hemos vigilado que no haya problemas con los sistemas de seguridad, que en época de lluvias no se inunde porque el Centro Histórico es un lugar difícil para esos temas, además hemos estado realizando publicaciones en internet, difundimos el acervo a través de nuestras redes sociales.

“Respecto a los archivos, han estado por meses aquí sin remoción y no lo consideramos necesario, de hecho, la UNESCO emitió un criterio que indica que con 12 horas que estén los documentos sin contacto, que estén sin que sean tocados es suficiente”, respondió.

Para la consulta de archivos, añadió el funcionario, desde siempre han solicitado que los usuarios porten cubrebocas y guantes porque es parte de las medidas que garantizan la conservación del papel.

-¿Cuántos documentos tienen digitalizados?

-Son 21 millones de hojas y la digitalización es un trabajo titánico, hay algunas series trabajadas pero el gran proyecto que tenemos este año es hacer la digitalización de manera sistemática y hacer la organización de algunos fondos que requieren actualizarse en su descripción, por ejemplo, el de Obras Públicas o el Fondo Ayuntamiento de la Ciudad que es la joya del archivo porque tiene documentación desde 1524 hasta 1528 consecutivamente.

Otro espacio que abrió esta semana sus puertas fue la Biblioteca Francisco Gamoneda, ubicado en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento de la CDMX, es decir a un costado de la plancha del Zócalo, donde –por lo general, antes de la pandemia– ingresan pocos usuarios en comparación de las aproximadas 60 personas que llegaban al Archivo Histórico de la CDMX.