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La travesía legal de una víctima de intento de feminicidio

La historia de Fabiola sigue; es la mujer que denunció a su expareja luego de que este tratara de asfixiarla y cuya denuncia se quedó en el olvido. Después el agresor logró, Fast Track, que la Fiscalía a cargo de Ernestina Godoy emitiera resoluciones favorables al acusado de intentar un feminicidio

La travesía legal de una víctima de intento de feminicidio

La travesía legal de una víctima de intento de feminicidio

La Crónica de Hoy / La Crónica de Hoy

Desde que Fabiola recibió el apercibimiento al ser denunciada por su propio agresor se ha preparado para seguir buscando justicia en su caso, lo que significa regresar a la rutina de visitas al Ministerio Público y atender los procesos burocráticos que puedan ofrecerle justicia por la vía legal. Ella está implicada en dos carpetas de investigación, una que tienen resguardada en el Búnker de la CDMX donde ella está como víctima, y la otra, donde está como acusada, la tienen en otro MP dentro de la Ciudad.

Ella fue víctima de intento de feminicidio, tipificación que está en su carpeta. Hizo el proceso tal como es debido: acudió a la Fiscalía, presentó evidencias, exámenes que le requirieron, etcétera. Poco más de año y medio después, su agresor decidió que el que hablara le afectaba y se declaró amenazado por la “campaña de odio” que llevaba en su contra, por lo que denunció también por la vía legal.

Los citatorios de Fabiola no son procesos rápidos, consumen mucho tiempo y energía emocional porque implica revivir la historia de violencia que le llevó hasta ese lugar. La primera parada es el Búnker y la espera comienza desde antes de entrar, a las afueras hay largas y lentas filas, a pesar de que no entra nadie sin cita. “Tenemos una cantidad impresionante de trabajo últimamente”, fueron palabras de una de las Licenciadas que atendió a Fabiola tras explicarle que, además del gran aumento en delitos, no muchos abogados quieren visitar las instalaciones por los altos contagios de COVID-19.

La carpeta de investigación sobre el intento de feminicidio contra Fabiola estaba arrumbada desde meses atrás, su caso ha sido pasado por alto en ocasiones anteriores sin importar las pruebas contundentes que ha presentado. El nuevo encargado de su caso le aseguró a Fabiola que en esta ocasión harían todo conforme a la ley para darle resolución, sin embargo, no hay ningún avance ni dato nuevo.

La última visita antes de salir del Búnker es con el defensor público. El ambiente en los despachos es tenso porque la acústica permite escuchar lo que pasa en pisos superiores: se oyen gritos de mujeres y personas llorando, además las víctimas son atendidas de mala gana y con prisa, pero finalmente le da cita tentativa para el día siguiente.

En ese mismo edificio de la Fiscalía atienden casos de violencia sexual, doméstica y familiar, además también llevan los casos contra feministas que participaron en marchas, por lo que al salir Fabiola ve las pintas en morado y verde: “No estás sola”.

En el segundo Ministerio Público, donde está imputada, tiene menos gente y el trato es más personal. “Tenga la seguridad que estamos tratando su caso con perspectiva de género”, ambos encargados le repitieron durante toda la cita.

“Él intentó matarme, puso sus manos sobre mi cuello ¡yo soy la víctima!” replicaba Fabiola cuando le daban algún detalle sobre el proceso en que está vinculada, mientras los policías decían solo hacer su trabajo al atender todas las quejas y denuncias que llegan a sus manos. Sin embargo, se mostraron sorprendidos por las omisiones que ella comentaba sobre la otra Fiscalía, “insístales allá señorita, diga eso que nos está diciendo aquí”.

Ha pasado más de año y medio desde que ella comenzó la batalla legal en contra de su agresor, pero no ha conseguido siquiera medidas restrictivas que le aporten la mínima seguridad para continuar su vida normal. Mientras que la denuncia de él procedió inmediatamente, se le concedieron las medidas y el proceso avanza más rápido que el de ella.

Las pruebas que el sujeto presentó en contra de Fabiola son fotografías en la marcha feminista, screenshots de post públicos y también de post privados de grupos de Me Too que se venden como espacios seguros para hablar de abusos y exponer agresores. A pesar de que el trato fue mejor a comparación del otro MP, Fabiola como todas las mujeres que pasan por procesos legales similares, no se salva de la revictimización pues las autoridades no están entrenadas para tratar con sensibilidad casos así de violencia de género. “¿Y cómo se enredó con él?”, le preguntaron mientras revisaba los documentos que le dieron.

Casi seis horas después de que piso el primer MP, finalmente Fabiola concluyó las visitas del día, pero apenas comienza a procesar la información que le han dado. Ya sabe de que se le acusa, lo que dijo su agresor y lo que pretende “quiere que le dé dinero o mi casa, eso me dijo cuando trataba de asfixiarme”; sin embargo también ha visto la ineptitud de las autoridades y la burocracia. Este es solo el comienzo de un enfrentamiento legal, que no tuvo porqué haberse dado en primer lugar, pero que ella no está dispuesta a callar y continuará luchando hasta que se haga justicia.