El nuevo alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea, el excanciller español Josep ­Borrell, defendió ayer durante su primera comparecencia ante el Parlamento Europeo en su nuevo cargo, que la UE no puede “permanecer indiferente” ante la represión policial y militar de los gobiernos latinoamericanos ante la ola de protestas sociales.

“La situación en Chile, en Bolivia, en Ecuador, en Venezuela, por supuesto, en Colombia, con los Ejércitos volviendo de nuevo a las calles, una imagen terrible en el inconsciente colectivo en América Latina, con muertos por bala en las calles de las ciudades, es algo a lo que la UE no puede permanecer indiferente”, concluyó.

Borrell agregó que esta ola de protestas es “la consecuencia de las crecientes desigualdades que la democracia no ha sido capaz de evitar durante los (últimos) diez años”.

Estas desigualdades han generado “una masa reactiva en la que una chispa genera una explosión. Y allí se mezclan conflictos étnicos, sociales y políticos”, añadió el nuevo canciller europeo.

Según Borrell, el contexto político-social en América Latina es mucho más grave actualmente que cuando él ejerció de presidente del Parlamento Europeo entre 2004 y 2007. Entonces, admitió, el debate se circunscribía a la situación de Cuba y de Venezuela.

CONTRASTE CON WASHINGTON. La crítica de Borrell a la represión policial y militar ante las protestas, contrasta con las palabras de lunes del canciller estadunidense, Mike Pompeo, quien aseguró que EU no tolerará nuevas protestas contra gobiernos amigos de derechas y defendió que esos países, esencialmente Chile, Colombia o Ecuador, tienen “gobiernos legítimos”.

LAS SANCIONES, UN PROBLEMA. Pese a su crítica general a la represión en Latinoamérica, Borrell admitió que el problema “más urgente” que debe atender en el continente la UE es Venezuela. “Un tercio de la población venezolana está ­subalimentada y eso es consecuencia de las políticas de sanciones que afectan a la población y que la UE no ha aplicado, pero los Estados Unidos sí”, analizó Borrell.

En ese sentido, Borrell, pidió apostar por el “multilateralismo”, y señaló que Latinoamérica vive una “crisis social que solamente la democracia podrá resolver”.